El público abarrotó espacio del Instituto Cultural Helénico, donde fueron interpretadas
frescura e ímpetu
Asumimos la idea de que el arte no es algo accesorio, expresa el profesor Alejandro del Valle
Sábado 8 de abril de 2017, p. 4
Quince alumnos de la Escuela de Lancaster, varios todavía adolescentes, estrenaron sus obras la noche del jueves en la capilla gótica del Instituto Cultural Helénico.
Con ese concierto los estudiantes refrendaron que la creación musical no tiene género ni edad.
El programa estuvo integrado por 19 piezas breves, de no más de cinco minutos, que no obstante la corta edad de sus autores, entre 14 y 18 años, evidenciaron profunda dedicación, conocimiento técnico y gusto por el oficio.
Fue una velada que dejó buen sabor de oído en el público que abarrotó ese recinto, entre estudiantes de ese centro escolar y padres de familia. Hubo dulzura de los sonidos de las obras, así como frescura, ímpetu e inocencia en las ideas musicales.
Muchas de las partituras –escritas para cuarteto de cuerdas, piano solo y dueto de piano y flauta traversa– resultaron cercanas a la audiencia por estar basadas en estructuras de las épocas renacentista, barroca, clásica y romántica.
La interpretación estuvo a cargo del Cuarteto Capilla, los pianistas Ollintzin Hernández y Diego Urdapilleta, así como el flautista Francisco Solís, quienes desarrollaron un trabajo comprometido.
De acuerdo con Alejandro del Valle, quien desde hace seis años es profesor de música en la Escuela de Lancaster, no es fortuito el nivel de calidad que los 15 jóvenes compositores muestran.
Eso responde, explicó en entrevista con La Jornada, a que la música forma parte del plan de estudios de la institución desde el primer grado de educación prescolar hasta el tercer año de secundaria, y se mantiene como materia optativa en el nivel medio superior.
“En la escuela trabajamos con la idea de que el arte no es algo accesorio ni extracurricular. Consideramos que esos conceptos no son correctos ni educativos. Para nosotros es tan valioso un matemático como un músico o un pintor; damos la misma importancia a todas las disciplinas.
En lo que sea bueno el alumno, recibirá apoyo
, dijo.
La enseñanza musical está integrada por ejecución, composición y teoría. Así los llevamos desde pequeños hasta grandes; de acuerdo con el perfil de los alumnos, éstos siguen alguna de esas tres áreas. La música tiene un papel fundamental en la escuela, y también se imparten arte, diseño, drama y expresión visual, y en segundo de secundaria diseño artístico.
Según el docente, la actual generación de alumnos de composición se distingue por su ímpetu y compromiso, además de su elevado número, 15, en contraste con años anteriores, cuando eran sólo dos o tres.
Hay mucha frescura. Como músico, veo una generación con ideas nuevas y bonitas. Son alumnos que llegan no con problemas, sino soluciones; tienen una mentalidad que nos hace mucha falta
, finalizó.
Ema Boltvinik, Victoria Corona, Paola Galván, Annia Garzón, Lenny Hernández, Rodrigo Jiménez, Natalia Moreno, Lola Serrano, Sebastián Terrazas, Yamilé Olivera e Isabel Narezo fueron algunos de los participantes.