Revelan que el PVEM promueve la iniciativa con intereses extra parlamentarios
Viernes 7 de abril de 2017, p. 16
El negocio de explotar delfines en México, que deja ganancias anuales de 130 millones de dólares, atrapó a la Cámara de Diputados en un jaloneo entre los empresarios que lograron colarse hasta las curules para defender sus ganancias, y el interés del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) de presentar como lema de campaña el cierre de los delfinarios, aunque esto ocurriría hasta dentro de 25 años, porque los animales continuarán ahí hasta su muerte.
Las ganancias que deja a las empresas utilizar delfines como parte de espectáculos, en especial en la Riviera Maya, dividió a los grupos parlamentarios, ante la iniciativa que presentó el PVEM para prohibir la captura, explotación y reproducción de esos mamíferos, al grado de que los partidos Acción Nacional (PAN), Morena, Movimiento Ciudadano (MC) y de la Revolución Democrática (PRD) reventaron la sesión cuando los verdes trataron de manipular la votación de dos mociones suspensivas al dictamen.
Como no ha ocurrido con ningún otro tema en la cámara, la intención del Verde por modificar el artículo 60 bis de la Ley General de Vida Silvestre evidenció los intereses extra parlamentarios.
Desde el inicio de la sesión, PRD y Morena denunciaron que grupos de empresas cabilderas
lograron entrar al salón de sesiones para presionar a los diputados. Más tarde, en medio de la discusión, la nieta de Jorge González Torres –fundador de ese partido–, Sofía González Torres reconoció que se trataba de diputadas de su misma bancada.
El desliz de la sobrina de El Niño Verde, Emilio González, y que según los perredistas trata de extorsionar a los dueños de los delfinarios en Quintana Roo, ocurrió ante la denuncia de Adán Pérez Utrera (MC): Yo recibí a una mujer que, de manera muy coqueta, me solicitó cambiar el sentido de mi voto. Y no es diputada
.
A la cámara llegó el abogado Eduardo Albor, copropietario de Dolphin Discovery, firma dedicada a espectáculos con delfines en la Riviera Maya, Puerto Vallarta y Los Cabos, y a quien encaró Mónica Hernández, de la organización no gubernamental Sí Esperanza Animal. Albor salía del salón de sesiones y, en el vestíbulo del palacio legislativo, le soltó: ¡Explotador!
El coordinador del Verde, Jesús Sesma, admitió que su iniciativa no pretende liberar a los delfines actualmente sometidos a uso para espectáculos marinos.
Los que ya están en cautiverio, plantea uno de los transitorios del dictamen de la Comisión de Medio Ambiente, se mantendrán ahí hasta su muerte
, con el argumento de que llevarlos al mar los pondría en un hábitat riesgoso.
Esto es, dijo Sesma, “dentro de 20 o 25 años… No es el cierre de la noche a la mañana”. PAN y PRD presentaron, por separado, dos mociones suspensivas. Por reglamento, la primera votación se tomó a mano alzada, y la decisión del secretario de la mesa directiva, Andrés Fernández del Valle (PVEM), cantó una mayoría en contra.
Esa maniobra obligó a abrir el tablero de votación, que se cerró con 178 en favor de discutir las mociones y 184 en contra. En tropel, otros diputados llegaron al salón. Y aunque nueve más votaron en favor y 10 en contra, el mismo Fernández del Valle volvió a alterar el resultado: dijo que el total fue 181 en favor y 196 en contra.
El perredista José Antonio Estefan alegó: ¡Esto es un fraude! Ese diputado no sabe matemáticas o ya lo sobornaron
. Virgilio Caballero (Morena) reprochó: ¡Qué vergüenza de sesión!
PAN, Morena y MC decidieron abandonar el salón y así en el momento en que el dictamen se puso a votación sólo había 205 diputados: 200 respaldaron la reforma y cinco se abstuvieron, Marco Aguilar Yunes, José Luis Sáenz y Lilian Zepahua, del PRI, Carlos Gutiérrez García (Panal) y el independiente Manuel Clouthier.