Washington.

El gobierno del presidente Donald Trump ya no considera el separar a las mujeres de sus hijos en la frontera sur de Estados Unidos como medida para frenar la migración. Las familias que son detenidas al entrar al país por la frontera sur de manera indocumentada podrán permanecer juntas por lo general, indicó este miércoles John Kelly, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en un comentario que parece revertir declaraciones previas. Kelly aseguró además que la migración ha disminuido drásticamente.

Durante un testimonio de casi dos horas ante senadores de los comités de Seguridad Nacional y Supervisión del Senado, Kelly dijo que las familias detenidas por cruzar sin documentos la frontera no serán separadas, a menos que la situación del momento lo requiera, por ejemplo, si la madre está enferma o es adicta a drogas.

David Lapan, vocero de la Secretaría de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés), aseveró que que la práctica de separación de familias ya no es considerada por la dependencia.

Un funcionario de la DHS, que habló con la condición de mantener el anonimato, afirmó que la agencia ha cambiado de rumbo, en parte debido a la drástica disminución de mujeres que intentan viajar a Estados Unidos con sus hijos, misma que atribuyó a las rígidas políticas antimigración del gobierno del presidente Donald Trump.

Kelly añadió que las detenciones de indocumentados a lo largo de la frontera con México no superaron 17 mil en marzo, lo que marca el menor nivel de migración desde 2000. El total supone una caída de 93 por ciento desde diciembre.

Sólo mil 125 niños que viajaban con tutores, la mayoría mujeres, fueron detenidos en marzo, según la Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

El funcionario aseguró que los inmigrantes que viven en Estados Unidos de manera indocumentada son prioridad para las autoridades migratorias.

El punto inicial es el estatus y luego ver las prioridades, informó Kelly a los comités del Senado.