Asunción.

El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, destituyó el sábado a su ministro del Interior, Tadeo Rojas, y al comandante de la policía, comisario Críspulo Sotelo, tras enfrentamientos que dejaron saldo de un muerto y 30 heridos.

La violenta reacción se produjo en respuesta a la aprobación en forma irregular por el Senado, de mayoría oficialista, de un proyecto de enmienda constitucional para instituir la relección presidencial a partir de los comicios de 2018.

El joven militante del Partido Liberal Radical Auténtico, Rodrigo Quintana, de 25 años, murió tras ser baleado por policías que ingresaron la madrugada del sábado a la sede partidaria liberal en la zona céntrica de Asunción. El deceso del activista del opositor Partido Liberal en las primeras horas de la madrugada de ayer fue filmada por cámaras de circuito cerrado del sistema de seguridad.

La resolución de Cartes incluye la designación de Lorenzo Lescano como encargado del Ministerio del Interior y de Luis Rojas como comandante interino de la policía, según un comunicado emitido por el gobierno paraguayo en Asunción.

Agentes antimotines irrumpieron en la sede partidaria sin orden judicial en persecución de manifestantes, con los que se habían enfrentado previamente en las calles céntricas de la capital paraguaya. Horas antes, entre la tarde y la noche del viernes, los enfrentamientos devinieron asalto y destrucción de grandes sectores del Palacio Legislativo por furiosos opositores que prendieron fuego al recinto.

La Constitución paraguaya, vigente desde 1992, establece que el mandatario y el vicepresidente no pueden ser relectos en ningún caso. De esta forma Paraguay buscaba evitar una nueva dictadura como la del general Alfredo Stroessner, quien gobernó 35 años (1954-89). Los opositores sostienen que solamente una asamblea constituyente puede cambiar esa norma, no una enmienda del Congreso.

Una mayoría de legisladores (25 sobre 45) favorables a Cartes y al ex presidente Fernando Lugo (2008-2012) desconocieron la autoridad de la cámara alta, en poder de la oposición, y se constituyeron en una suerte de senado paralelo para aprobar el proyecto de enmienda.

El presidente del Senado, el opositor Roberto Acevedo, denunció ante la Corte a los oficialistas, a los que acusó de usurpación y atentado contra la Constitución.

El presidente de los diputados, Hugo Velázquez, suspendió la plenaria de la cámara prevista para este sábado como forma de calmar la furia opositora.

En tanto, cientos de militantes del Partido Liberal asistieron ayer al velorio de Quintana, quien será enterrado el domingo en su pueblo natal, La Colmena, ubicado a unos 150 kilómetros al sureste de Asunción.