La Fórmula E de monoplazas eléctricos vuelve este día a México, al autódromo Hermanos Rodríguez, con la cuarta fecha del campeonato que promueve en ciudades icónicas el uso de las energías limpias y recursos sustentables para el medio ambiente.

La Ciudad de México es la única que se corre en un autódromo, pues la Fórmula E se presenta en circuitos callejeros de Hong Kong, París, Berlín, Buenos Aires, Nueva York y Montreal.

Por su altitud, esta ciudad es la más complicada para la puesta a punto de los bólidos, tarea que se inició ayer en una primera breve práctica con la parrilla incompleta, ya que el líder del serial, el checo Sebastian Buemi, así como el argentino José María Pechito López y el francés Stéphane Sarrazin, tuvieron que asistir a la presentación de su equipo para el Mundial de Resistencia (WEC) en Italia, y llegarán hoy para las prácticas y carrera de esta tarde.

El trabajo se acumuló para los coequiperos que debieron setear cuatro autos, pues en la Fórmula E, cada piloto tiene dos monoplazas para cambiar por uno recargado antes de quedarse sin batería durante la carrera.

Uno de los más atareados fue Nicolas Prost. El francés hijo de la leyenda Alain Prost rodó su par de bólidos y los de Buemi, su coequipero en la escudería Renault e.dams.

El belga Jerome D’Ambrosio, ganador el año pasado, observó que la altitud de esta ciudad es el factor clave en la parada mexicana. Es algo que afectará; siempre hay que mantenerse atento de que no suba la temperatura del auto, pero es parte de la competencia, aquí o en Buenos Aires, dijo,

D’Ambrosio, del Faraday Future Dragon Racing, se mostró entusiasmado por revivir el triunfo ante la afición mexicana. La emoción de los fans aquí es increíble, es sin duda el podio más emocionante que he vivido en mi carrera, resaltó el piloto.

El mexicano Esteban Gutiérrez, quien se quedó sin asiento en la Fórmula 1 para la campaña 2017, reapareció como debutante en esta categoría que requiere de expertos y por eso se suman pilotos ex Fórmula 1, como el francés Jean-Eric Vergne, coequipero del regiomontano en la escudería china Techeetah.

Ante escaso público en las tribunas que se esperan repletas para hoy, Esteban y Vergne completaron apenas unas cuatro vueltas al trazado de 2.093 kilómetros.

Antes de la sesión de apenas media hora, Gutiérrez contempló que deberá trabajar con el sistema de frenado, y sobre todo en el ahorro de energía, pues es lo que hace la diferencia en el rendimiento de estos autos.

La jornada de este sábado se iniciará a las ocho horas con una primera práctica no calificada.