Florencia/ Roma.

La primera cumbre cultural del G7, en la que participaron los ministros de Cultura de los países más ricos del mundo, concluyó ayer con la Declaración de Florencia, cuyo lema es La cultura como un instrumento de diálogo entre los pueblos, que precede el encuentro político-económico del G7, el cual tendrá lugar a finales de mayo en Taormina, Sicilia.

El compromiso suscrito, según los participantes, como una firma histórica, a puerta cerrada en la sala blanca del Palazzo Pitti, con un encuentro posterior con la prensa, del cual derivó un documento con la finalidad de crear una acción común y coordinada para reforzar la tutela del patrimonio cultural, considerando que cualquier sitio en la lista de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) no es sólo patrimonio nacional, sino mundial.

Contra el extremismo

Este encuentro del G7 nace de la necesidad de defender el patrimonio cultural en riesgo en zonas de guerra, así como utilizar la cultura como medio de conocimiento intercultural, donde sean respetadas las diversidades culturales, debido a que “el diálogo y la cooperación son esenciales para contrarrestar el extremismo violento y la radicalización que lleva a la violencia, como en acciones ya iniciadas, por ejemplo, Unite4Heritage.

La gestación de ese foro tiene su origen en la iniciativa del ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, quien apeló, en una entrevista con The Guardian en marzo de 2015, a la comunidad internacional para defender el patrimonio cultural amenazado por el Isis, a la que meses más tarde, durante la Expo de Milán, se adhirieron 83 países y firmaron la Carta de Milán, condenando la violencia contra el patrimonio cultural.

El encuentro de dos días en Florencia se dio después de la firma del 24 de marzo, donde el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), aprobó la resolución italo-francesa que contiene un compromiso de salvaguarda cultural en las misiones de Fuerzas de paz de la ONU de serle solicitado, formado por un grupo de expertos listos para intervenir, ya sea en un panorama de guerra o de catástrofe natural.

Las líneas para actuar son tres: protección y valorización del patrimonio que permitan la fruición para preservar la memoria del pasado. Además acciones contra el tráfico ilícito del patrimonio cultural, pidiendo a los países adoptar medidas eficaces para evitar el saqueo y el tráfico de bienes culturales. Por último, políticas de educación que junto a la enseñanza de la historia del arte, las visitas escolares a los museos y métodos mayormente atractivos para que las personas visiten los museos, así como la capacitación de instructores que sepan transmitirlos utilizando nuevas tecnologías y creando profesionalidades capaces de crear sitios web, búsqueda de fondos, etcétera.

El documento concluye exhortando a que las próximas presidencias del G7 a que reproduzcan esa iniciativa dedicada a la cultura.

Los firmantes fueron los siete ministros de Cultura presentes: Dario Franceschini (Italia); Mélanie Joly (Canadá); Audrey Azoulay (Francia); Maria Böhmer (Alemania); el comisario Ryohei Miyata (Japón); Karen Bradley (Gran Bretaña); el subsecretario Bruce Whorton (Estados Unidos); Tibor Navracsics, comisario europeo de Cultura, e Irina Bokova, directora general Unesco.

Corredor vasariano

Eike Schmidt, director de los Uffizi y del Palazzo Pitti, anunció a la prensa que el corredor vasariano, que une internamente el Palazzo Vecchio (sede del ayuntamiento de Florencia), a los Uffizi será abierto al público el primero de julio; mientras, el tramo que le sigue, el de los Uffizi al Palazzo Pitti, será abierto en 2018, cuando concluyan los trabajos técnicos de restauración para acondicionarla y se cumpla la normativa de seguridad.

Cultura Erasmus, en 2018

Respecto de la protección del patrimonio cultural, la ministra alemana, Maria Böhmer expresó: “Estamos totalmente de acuerdo en que la protección de los bienes culturales necesita todos los esfuerzos en nuestra mano y vamos a intensificarlos.

Nos vemos confrontados con el terrorismo, la destrucción de bienes culturales como estrategia y con catástrofes naturales. Eso genera incertidumbre.

La representante alemana destacó la necesidad de llevar la cultura a la generación más joven para fortalecer las ideas y la identidad europeas. Para ello, en 2018 se elaborará la iniciativa Cultura Erasmus. Esta primera conferencia de cultura del G7 es un hito histórico, afirma Böhmer. A partir de ahora, el encuentro tendrá carácter anual.

Necesitamos continuidad para fortalecer el diálogo entre culturas, pues la cultura es la base del desarrollo de la paz y la civilización y del desarollo social y económico.

(Con información de Dpa)