El estigma social contra la depresión provoca que quienes padecen este trastorno lo nieguen. Esta condición ocasiona que se reciban los diagnósticos médicos entre tres y siete años después de los primeros síntomas, lo que a veces es demasiado tarde, señalaron especialistas.

Datos de la Secretaría de Salud muestran que en México más de 10 por ciento de la población padece depresión, y en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas sufren este trastorno mental. Está catalogada como la principal causa de discapacidad y puede llevar al suicidio; es el segundo motivo de muerte entre los 15 y 29 años, y anualmente por este motivo se quitan la vida cerca de 800 mil personas.

Durante la mesa Más ciencia menos depresión, organizada por el Museo de las Ciencias Universum de la UNAM, María Emilia Lucio Gómez Maqueo, de la Facultad de Sicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseveró que en el país una de cada cuatro personas ha sufrido algún problema en el estado de ánimo, entre ellos la depresión.

La tristeza no es lo mismo que la depresión. Los deprimidos están tristes, pero no es una tristeza como la de alguien que ha tenido una pérdida, la cual tiene que restaurarse con el tiempo. La depresión no tiene que ver con la voluntad; es una alteración del estado de ánimo, detalló.

Incomodidad con el término

Sergio Aguilar Gaxiola, fundador del Centro para la Reducción de Disparidades en Salud de la Universidad de California en Davis, aseveró que muchas personas no consideran una enfermedad los síntomas depresivos.

“Hay estudios en Estados Unidos en toda la población, y en población específicamente hispana –donde la gran mayoría son de origen mexicano–, que demuestran que más de 50 por ciento de quienes sufrían o sufren una depresión mayor no tenían idea de qué les pasaba.”

Diversas estadísticas indican, agregó, que es necesario que una persona acuda un promedio de cinco veces con el especialista antes de recibir el diagnóstico de depresión.

Conectado en línea desde Estados Unidos, el especialista refirió estudios que señalan la incomodidad que la palabra depresión genera entre pacientes, al grado de que niegan padecer este transtorno y usan hasta 50 términos diferentes para describir su estado de ánimo. “Hemos documentado que las personas utilizan afligido, decaído, agüitado, sin ganas de vivir, derrotado, apurado, abandonado, atrapado, acorralado, despreciado, arrepentido, apachurrado, achicopalado, desconcentrado, entre otras”.

Ricardo Pozas Horcasitas, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, indicó que generalmente no se acepta que se tenga depresión porque hay un gran estigma, al relacionársele con locura; además, hay una tremenda presión por el éxito.