Los jóvenes en la trampa del crimen: ¿hay propuesta del gobierno?
uando investigamos por qué la migración no se detiene a pesar de los riesgos del camino, las bardas, las tarifas de los coyotes y la campaña racista, observamos que en 2008-2010 disminuyó sensiblemente en cuanto el empleo cayó en Estados Unidos debido a la crisis. Es evidente: mientras la diferencia salarial siga siendo tan grande entre ambos países, la migración no se detendrá aun cuando pongan bardas y proliferen amenazas.
Si los jóvenes en Zacatecas no son atendidos y se convierten en objetivo especial de las políticas públicas, el futuro del estado estará en serio riesgo. Los problemas se reproducen intergeneracionalmente. Esos jóvenes, además de carecer de oportunidades laborales y educativas, están teniendo embarazos tempranos, lo que se suma a los factores que propician el surgimiento de nuevas generaciones en conflicto con la ley. La serpiente que se muerde la cola. La situación de los jóvenes es tierra abonada para las semillas del crimen. La omisión de sociedad y Estado ante este problema hace posible que bandas de criminales encuentren condiciones para crecer y operar. Debemos pensar en elevar el gasto público y convertirlo en inversión en desarrollo humano.
¿Este panorama puede cambiar? Sólo si se transforma, además del pensamiento económico, el sistema de prioridades que han tenido los gobiernos hasta hoy. Si los jóvenes son prioridad, puede empezar a pensarse en una propuesta que ofrezca a este sector educación superior y empleo no precario, lo cual puede traducirse en una renta básica juvenil. Hay medidas que pueden detonar cambios que corten a la serpiente que se muerde la cola; falta únicamente visión y voluntad política. ¿El gobierno actual se atreverá a plantear la solución verdadera o seguirá encerrándolos en las cárceles por 35 años?