En él se conjugaron los secretos más recónditos del arte escénico, opinan actores
Miércoles 29 de marzo de 2017, p. 8
En el Día Mundial del Teatro, que se celebra el 27 de marzo, la noche del lunes se rindió homenaje al reconocido y versátil creador escénico mexicano José Solé (1929-2017), en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.
Luego de proyectar una video-semblanza que reúne testimonios sobre Solé, los actores Lilia Aragón, Óscar Narváez e Ignacio López Tarso leyeron fragmentos de las obras Los argonautas, de Sergio Magaña, e Hipólito, de Eurípides, y compartieron anécdotas alusivas al talento, versatilidad, carácter y personalidad del actor y director de escena, quien también se distinguió como escenógrafo y vestuarista.
Destacaron la cordialidad, sabiduría, humor y generosidad del maestro Solé, así como su disciplina, pasión y compromiso con el teatro.
En su persona se conjugaron los secretos más recónditos del arte escénico para convertirse en el mago superior del teatro
, se dijo en el homenaje, en el que se reconoció también sus más de 90 puestas en escena, desde teatro clásico y griego, ópera y dramaturgia mexicana hasta comedia musical, así como sus numerosas distinciones y premios, y las diversas instituciones que fundó, como la Compañía Nacional de Teatro y el Centro Nacional de Investigación Documen-tación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru).
Trabajar con Solé, recordó lLilia Aragón, siempre era una fiesta. Era salir con un enorme bagaje de información. Pepe fue uno de los impulsores de los inigualables teatros del Seguro Social, junto con Benito Coquet. Fue un maestro y amigo incomparable. Noctámbulo incansable, lúdico y caballeroso, Solé sabía de todo; siempre tuvo una actitud digna y congruente
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Sugería aplicar siete sentidos
José Solé decía que en el teatro se deben aplicar siete sentidos: cinco naturales, el común y el del humor, recordó Narváez. Fue maestro de generaciones de actrices y actores, de directores y escenógrafos, de técnicos y diseñadores de vestuario y caracterización.
López Tarso reconoció a Solé como uno de sus mentores. Mis maestros en el teatro no sólo son los que tuve en la academia de teatro de Bellas Artes, sino todos los buenos directores con los que he trabajado, como Ignacio Retes, Seki Sano, Jodorowski, Celestino Gorostiza, Salvador Novo, y desde luego, Pepe Solé
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Lidia Camacho, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, dijo que Solé “es uno de los baluartes de la escena mexicana de nuestro tiempo. Cultivó todos los géneros. Pertenecía a esa casta de directores –a la que se refería Goroztiza– que lleva a la escena obras con la naturalidad que impone el deseo de gozarlas y hacer que el espectador gozara. En todos los lugares por los que pasó dejó huella de su talento y creatividad, la admiración y el respeto de quienes estuvieron cerca de él”.
La nieta y actriz del homenajeado, Sofía Zetina Solé, lo recordó como un abuelo generoso y divertido, quien siempre nos decía que debíamos picar piedra, trabajar mucho y con pasión
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El acto concluyó con un minuto de aplausos de familiares, colegas, amigos y discípulos de Solé.