La construcción y operación de una planta de termovalorización (transformación de la basura en energía) significará para la Ciudad de México una gran solución tecnológica, una alternativa ambientalmente responsable, presupuestalmente viable y será un cambio de paradigma en cuanto al manejo y tratamiento de los residuos sólidos, afirmó el titular de la Agencia de Gestión Urbana (AGU) del gobierno capitalino, Jaime Slomianski Aguilar, quien remarcó que con ese proyecto no se endeudará a la ciudad.

En entrevista con este diario, el funcionario expresó que desde 2015 se anunció ese proyecto, en diciembre del año pasado se lanzó la convocatoria para la licitación y “durante todo ese proceso se ha hecho público, se ha abierto a distintos sectores de la sociedad –diputados, cámaras empresariales, organizaciones sociales y académicos– todos los pasos y detalles que se llevan a cabo”.

Destacó que son tres los consorcios que se apuntaron para dicha licitación –cuyos nombres se deben mantener en reserva– y que será en los primeros días de abril cuando se anuncie al ganador. Añadió que los periodos que se fijaron para recibir las propuestas de las firmas interesadas son los que marca la Ley de Adquisiciones, y subrayó que si este proceso no se publicó en Compranet fue porque no hay de por medio recursos federales.

Puntualizó que para fondear esa licitación, que está en curso, se destinará el presupuesto que tiene la ciudad para el traslado de las 4 mil 400 toneladas de basura a los rellenos sanitarios, así como lo que hoy se eroga para comprar energía para el Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Se tomarán esos dos presupuestos, se fusionarán y así se arma el fondeo de esta licitación; es decir, la ciudad no gastará un peso adicional, no la endeudaremos, no requeriremos de recursos adicionales para esta solución, sino con lo que hoy se gasta en esos dos conceptos, es lo mismo que erogaremos para una planta que será una gran solución tecnológica, remarcó.

Jaime Slomianski Aguilar, titular de la Agencia de Gestión UrbanaFoto La Jornada

Costos ambientales

Actualmente –dijo Slomianski Aguilar– se tienen altos costos financieros por el traslado de los residuos sólidos, aproximadamente mil millones de pesos al año; además, enterrarlos genera costos ambientales, y al encontrarse los rellenos sanitarios en otras entidades se tiene un costo en la autonomía de gestión de la basura que genera esta capital.

El modelo de llevar la basura que genera esta capital hacia rellenos sanitarios de los estados de México y Morelos y ahí enterrarla, ya se acabó y no es más una opción, detalló.

De ahí que –explicó– el jefe de Gobierno consideró que era necesario encontrar una alternativa, saber cómo resuelven ese problema otros países y se encontró que la mejor opción es la planta de termovalorización, la cual se construirá tres meses después de darse a conocer al consorcio ganador del contrato, mismo que estará obligado a cumplir con las normas ambientales internacionales en esta materia, que son más estrictas que las nacionales, y una vez en operación generará energía eléctrica para el Metro.

El titular de la AGU sub- rayó que ninguno de los tres consorcios interesados en participar y que compraron las bases ha manifestado inconformidad o molestia alguna con el proceso licitatorio.

Respecto del costo de las bases de licitación –que fue de un millón de pesos–, indicó que la construcción de una planta de termovalorización de este tamaño puede costar 500 millones de dólares, y queríamos que los participantes tuvieran seriedad y la capacidad financiera para presentar una propuesta de este tamaño.