Cientos de indocumentados que se encuentran en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y la comunidad de esta ciudad participaron en la representación del Viacrucis del Migrante, el cual este año resultó más significativo por la amenaza latente de las deportaciones masivas de Estados Unidos.

Además, fue notoria la presencia de cubanos, que desde hace un par de meses se encuentran varados en esa ciudad, luego de que el gobierno del vecino país puso fin a la política migratoria pies secos, pies mojados, la cual les daba la ciudadanía estadunidense si lograban pisar tierra firme en esa nación.

La representación, según los organizadores, tuvo un especial significado porque hoy día el migrante vive muchas adversidades y es víctima de muchos maltratos. La Iglesia católica, dijeron, representó este viacrucis para reflexionar, concientizar y rezar en favor de los ciudadanos de paso, expusieron.

El acto, organizado por la diócesis de Nuevo Laredo y la casa del migrante Nazareth, se programa antes del viernes santo, porque ese día todas las parroquias tienen sus propias actividades de la semana mayor.

El obispo Enrique Sánchez Martínez encabezó ese acto, que se inició a las 18 horas del viernes pasado en la Iglesia del Santo Niño, frente a la plaza Juárez del centro de Nuevo Laredo.

En tanto, paramédicos de la Cruz Roja Mexicana dieron a conocer que el estado físico y de salud de los connacionales repatriados por el municipio de Matamoros es de ansiedad, depresión y desgaste por las largas horas de viaje y porque son separados de sus seres queridos.

El coordinador vocal de socorristas de esa institución en Matamoros, Francisco Gabriel Ponce Lara, precisó que la mayoría de deportados de Estados Unidos padecen diabetes, hipertensión y estrés, este último por el largo viaje que realizan.

Sabemos que (los deportados) han estado en prisión y su alimentación no ha sido adecuada, aunado a que el proceso es muy largo. Hay personas que han esperado hasta seis años (para que los regresen), incluso hemos encontrado casos de leucemia, mencionó, al tiempo que solicitó ayuda a la población para que les envíen artículos de limpieza.