Morelia, Mich.

La comunidad nahua de Santa María Ostula, municipio de Aquila, aseguró que Federico González Medina, alias El Lico, señalado como presunto líder del grupo delictivo Los caballeros templarios, detenido en Nayarit, está relacionado con el asesinato de 34 comuneros y seis desaparecidos en Michoacán.

El pasado 23 de marzo, la Policía Federal capturó a González Medina, vinculado con secuestros, extorsiones y otros actos violentos, informó la Comisión Nacional de Seguridad. Destacó que El Lico fue detenido en Nayarit y llevado a un penal de máxima seguridad en Sinaloa.

Al respecto, la comunidad de Santa María expresó en un comunicado que si la detención está encaminada a la desarticulación del cártel y de su estructura política y económica, se debe investigar y juzgar a González Medina por los crímenes citados; además deben esclarecerse sus vínculos con diversas corporaciones de seguridad federal y del estado.

Y ante el temor de que El Lico sea liberado, solicitamos estar atentos en las siguientes horas, pues es necesario que pobladores de la comunidad salgan de ésta para hacer las denuncias pertinentes y dar seguimiento al proceso, refiere el documento.

Hacemos un llamado a organizaciones políticas y sociales, y a la gente solidaria para que encuentren la forma de pronunciarse para impedir que todos estos crímenes queden impunes, exigieron los comuneros de Ostula.

También, habitantes de la cabecera municipal de Aquila dijeron que todavía falta detener a Jesús Cruz Virrueta (Chuy Playas), Fernando Cruz Mendoza (El Tena), José María Cruz (El Tunco) y Mario Álvarez López (El Chacal), entre otros sujetos que operaban en los municipios de Coahuayana y Aquila, y a quienes se les achacan más de 34 homicidios.

Fuentes ministeriales del estado confirmaron que González Medina utilizaba una identidad falsa para ocultarse y al momento de su detención portaba una identificación apócrifa con el nombre de Raúl Ochoa.

Según los antecedentes judiciales a El Lico se le han incautado más de 20 inmuebles al parecer despojados a sus dueños y resultado de operaciones ilícitas. Dos representantes de los 420 comuneros de Aquila, que pidieron el anonimato, dijeron que el grupo de delincuentes refugiados durante años en la comunidad de La Placita causaron mucho daño porque les quitaron sus propiedades a los habitantes, los secuestraron, asesinaron y negociaron con el mineral de hierro.

Tras el surgimiento del grupo de autodefensas en Aquila en mayo de 2013, el grupo criminal huyó a Colima, donde generó múltiples problemas, comentó Germán Ramírez, jefe de la policía de Aquila y ex jefe del grupo de autodefensas de Ostula, junto con Cemeí Verdía.