La construcción del proyecto inmobiliario conocido como Antara del Sur, ubicado en Periférico y Picacho –que incluye una plaza comercial con cuatro torres de oficinas y departamentos–, ha dejado tras de sí la tala de cientos de árboles, denunciaron residentes de la colonia Jardines del Pedregal, en la delegación Álvaro Obregón.

Desde junio de 2013, la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México autorizó el derribo de mil 218 árboles en el predio y el trasplante de 119 más, a los que suma el retiro de otros 73 que estaban en el exterior del terreno, avalados el año pasado con el fin de realizar adecuaciones viales.

De acuerdo con el permiso emitido por la dependencia capitalina, la desarrolladora inmobiliaria está obligada a pagar 9 millones 412 mil pesos y reponer mil árboles, pero a decir de los vecinos la mayoría de las veces la restitución se hace con especies pequeñas, que no logran sobrevivir.

En un escrito dirigido al jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, los colonos consideraron que se trata de un daño ambiental irreversible. El predio tiene una superficie superior a 50 mil metros cuadrados y funcionaba como un área verde abierta y de captación de agua para el subsuelo, expresaron.

Mayela González y Leonardo Sepúlveda, integrantes del Comité Pro Defensa de Jardines del Pedregal, señalaron que intentaron frenar la tala arbitraria e innecesaria de ejemplares en el trébol de Periférico, donde se pretende construir dos carriles vehiculares, sin tener éxito.

Elaboramos una alternativa, pero no nos dieron oportunidad de presentarla. Una mañana llegaron y comenzaron a tirarlos. Peleamos por uno, el más grande, y a los dos días regresaron a quitarlo, refirió Sepúlveda.

Durante un recorrido, indicaron que una de las adecuaciones es innecesaria, porque se amplía a tres carriles una gaza que terminaría en un embudo para ingresar a Periférico Sur.

Precisaron que el desarrollo inmobiliario incluye 6 mil 600 cajones de estacionamiento, para afrontar la afluencia vehicular al centro comercial, según los cálculos de la compañía que edifica la obra.

Los vecinos también mostraron su preocupación por el impacto negativo en el suministro de agua que traerá consigo este complejo.

En el Pedregal nos surten el agua por tandeo, no sufrimos de desabasto porque tenemos cisternas donde almacenamos, pero sí queremos que las autoridades capitalinas nos informen de dónde van a sacar más líquido para abastecer un proyecto de esta magnitud, apuntó otra de las residentes, Greta Gallman.

Los vecinos pidieron al mandatario local que se les dé a conocer todos los permisos otorgados para esta obra y los proyectos de mitigación para la zona a los que está obligada la inmobiliaria para poder llevar a cabo el proyecto.