Comondú, BCS.

La ballena gris realiza una de las migraciones más largas de la naturaleza para su reproducción. Cada año, entre diciembre y abril, hembras preñadas y jóvenes de esta especie recorren 12 mil kilómetros en el océano Pacífico, desde los mares de Bering, Chukchi y Beaufort, en Alaska, hasta las lagunas costeras de Baja California Sur, para aparearse y dar a luz.

En la presente temporada de reproducción de la ballena gris se han contabilizado 708 crías en el complejo lagunar Ojo de Liebre-Guerrero Negro, 79 en San Ignacio y unas 80 en Bahía Magdalena, informó el director regional de la península de Baja California y el Pacífico Norte de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Benito Bermúdez Almada.

La población mundial de ballena gris se calcula en más de 26 mil ejemplares. Cada año nacen en promedio más de mil crías, todas en aguas de Baja California Sur. La ballena gris estuvo al borde de la extinción. En 1920 quedaban menos de mil ejemplares a consecuencia de la caza para el aprovechamiento de su grasa.

En 1949, la Comisión Internacional Ballenera, de la que México es parte, acordó una veda permanente para la ballena gris, con lo cual comenzó la recuperación de esta especie, que en la actualidad es admirada por más de 100 mil turistas de todo el mundo que cada año viajan para observarla en las lagunas costeras de Baja California Sur.

En 1972 el gobierno mexicano decretó la creación de los primeros santuarios de ballenas en las lagunas San Ignacio y Ojo de Liebre-Guerrero Negro, en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en Baja California Sur.

Por ser considerado el mejor sitio en el mundo para la reproducción y crianza de la ballena gris, en 1993 la Conanp registró el santuario de ballenas de El Vizcaíno como patrimonio de la humanidad.

La ballena gris se alimenta en los mares de Alaska de crustáceos y viaja hacia el sur en busca de aguas más cálidas. Diez por ciento de las ballenas grises permanecen en aguas de Baja California Sur .

Las hembras adultas miden en promedio 15 metros y pesan 30 toneladas. Las crías recién nacidas miden cinco metros y pesan 600 kilogramos. Las hembras deben producir entre 400 y 500 litros de leche al día para amamantar a sus ballenatos.

La migración de la ballena ha detonado una importante actividad turística. En Baja California Sur los avistamientos son organizados por prestadores de servicios debidamente autorizados y capacitados.

La Norma Oficial Mexicana 131 Semarnat 2010 establece los lineamientos para la observación de las ballenas, a fin de proteger su hábitat.

En las lagunas costeras se permite realizar actividades comerciales como pesca, acuacultura y turismo. Durante la temporada de ballenas está restringido el uso de redes, para no arriesgar a estos mamíferos marinos.

Para la actual temporada se autorizaron 51 permisos en las lagunas Ojo de Liebre-Guerrero Negro y San Ignacio, localizadas dentro de la Reserva de la Biosfera El Vizcaino; 40 en Bahía Magdalena y 100 en Cabo San Lucas.