El autor de Más allá del amor figura entre los exponentes de la literatura alemana
Jueves 23 de marzo de 2017, p. 6
Berlín.
Este viernes Martin Walser cumple 90 años y lo hace consolidado como autor prolífico, tanto en número de obras como en géneros cultivados, que figura entre los escritores más relevantes de las letras alemanas contemporáneas.
Considerado, por detrás de Günter Grass, una de las mejores plumas que ha dado la literatura alemana en la época reciente, Walser se desprende de las etiquetas que a lo largo de una vida le han colgado y que relativizan sus logros y reconocimientos.
No doy mucha importancia a esas clasificaciones
, dijo el pasado enero, después de ser reconocido como el intelectual más importante de Alemania por la revista germana de política Cicero.
“Hubo una lista de Cicero en la que el papa Benedicto XVI estaba en el primer lugar y yo iba después. Ahora me coloco por delante. Me parece muy entretenido”, añadió un hombre alejado de los alardes y de la falsa modestia.
Nacido en 1927 en el seno de una familia católica de hosteleros de Baviera, en el sur de Alemania, a los 12 años Walser comenzó a escribir sus primeros poemas.
Tras la Segunda Guerra Mundial estudió filología alemana, especialidad en la que se doctoró con una tesis sobre la obra de Franz Kafka.
Arrastrado por su compromiso social, se unió al Grupo 47, que buscaba revitalizar la literatura alemana de posguerra.
En 1955 publicó Un avión sobre la casa, su primera colección de relatos, que lo hizo darse a conocer. Dos años más tarde apareció su primera novela, Matrimonio en Philippsburg.
Ese fue tan sólo el comienzo de una vasta obra que se completaría con la publicación de novelas, obras de teatro, poemas, ensayos, cuentos y artículos. Títulos como Más allá del amor y Una fuente inagotable le sirvieron para ser encumbrado como un autor de fama internacional. En 1962 obtuvo el Premio Gerhart Hauptmann, en 1981 el Georg Büchner y en 1998 el galardón de la Paz de los Libreros Alemanes.
Intenso quehacer escritural
Martin Walser ha practicado todos los géneros y durante toda su vida ha hecho gala de una intensa productividad que no se ha visto mermada por los achaques de la edad. No en vano en los cinco años recientes ha publicado cuatro novelas, además de otras obras.
Para mí escribir es lo más importante
, ha reconocido en más de una ocasión. Su condición de narrador, ensayista y dramaturgo de éxito no le ha servido, sin embargo, para blindarse ante grandes polémicas. En 2015, tras publicar Muerte de un crítico, fue calificado de antisemita por una prensa alemana que lo acusaba de vengarse en este libro del crítico literario judío-polaco Marcel Reich-Ranicki, así como de incluir en sus páginas todo tipo de prejuicios en contra del pueblo judío. No era, sin embargo, la primera vez que se cuestionaba su posición en torno al Holocausto. Con anterioridad, cuando fue galardonado por la asociación de libreros alemanes, levantó ampollas con un discurso en el que pedía que Alemania normalizara la relación con su historia e insinuaba que algunas organizaciones habían instrumentado el asesinato masivo de judíos por el régimen nazi. Al cumplir 85 años, Walser dijo que no tenía ninguna intención de abandonar su actividad literaria. Cuando tenía 30 años pensaba que lo que no has escrito a los 50 no debe escribirse nunca. Ahora digo que escribo algo que en aquel entonces no podría haber escrito
, expresó.
En una carrera contra el tiempo, que a los 90 años parece irrenunciable, el autor apura sus historias y rehúsa seguir el ejemplo de colegas que se han retirado del mundo de las letras. No sé hacer otra cosa, sólo escribir
, asegura.