Rebeldía y quietud fueron palabras constantes al reconocer al poeta Antonio Deltoro (Ciudad de México, 1947) como uno de los protagonistas de la literatura nacional, en el Palacio de Bellas Artes, la noche de primavera del 21 de marzo, en el Día Mundial de la Poesía.

Me voy acercando a una edad definitiva, dijo el autor, en la proximidad de los 70 años, quien leyó varios de sus poemas para hablar de sí mismo, algunos inéditos y con un manuscrito sobre la mesa, y la promesa de publicarse, en el que afirmó da un bandazo.

Deltoro leyó: El tiempo se lleva todo, incluso el cielo, entre varios poemas que iban del pesimismo al optimismo, algunos del principio y otros recién nacidos, donde habló de la añoranza, los pinos, las barrancas y de Totoltepec, donde habita.

En la sala Manuel M. Ponce fue precedido en la palabra por Christian Peña, Juan Carlos Abril y Luigi Amara, en el homenaje a Deltoro organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, para reconocer al poeta que se define de baja velocidad, de quien recientemente apareció Poesía reunida (1979-2014), libro publicado por la Secretaría de Cultura federal.

Francamente emocionado, en una fiesta desconcertante, así se expresó Deltoro en el año en que cumplirá 70 años. Antes caminó por la sala, saludando a los asistentes y agradeciendo su presencia.

Un elogio de la quietud es como el joven poeta Christian Peña tituló su texto dedicado a la poesía de Antonio Deltoro. La definió como extrema, justo ahora que los días son veloces, que vivimos 24/7, que el tiempo es más preciado, “el autor nos muestra el valor de permanecer quietos, de ser testigos y cómplices de la esencia de las cosas. Su obra se mueve por un tiempo distinto al de nosotros, su anacronismo es del siglo XX.

En el Día Mundial de la Poesía, Antonio Deltoro fue reconocido como uno de los protagonistas de la literatura mexicanaFoto Luis Humberto González

Reivindicar la lentitud hoy es ir a contracorriente, tomar distancia del ritmo de la época, apuntó Peña de una obra que arranca del tiempo; la resistencia es la médula ósea de los poemas de Deltoro, siempre a contracorriente, como el pez que sube el río.

Resistencia íntima y casi silenciosa

El poeta y crítico español Juan Carlos Abril agradeció, en nombre de los lectores, la preocupación por la lentitud en la obra de Deltoro, en este mundo de capitalismo neoliberal, época de la reproductividad tecnológica que nos impone prisas, el dogma de las ideas, donde la poesía afortunadamente se convierte en ese espacio de reflexión, de lentitud, que ofrece una pausa, contemplar la otredad, ese misterio que nos envuelve, pero que pasa desapercibido por la velocidad y el vértigo con que lo vivimos.

Luigi Amara, poeta, ensayista y traductor, dijo que la poesía de Deltoro es una forma de resistencia; sus poemas se alejan de la época que nos toca vivir, que propende al ruido, celebra la rapidez y tiene en la ocupación del tiempo a uno de sus mayores ídolos.

Es una resistencia íntima y casi silenciosa, añadió. En tiempos de información e hiperconectividad sigue interesado en iluminar el vacío, en tiempos de aceleración y vértigo no deja de escribir sobre la lentitud.