La construcción de megadesarrollos inmobiliarios ha provocado que se incremente la cifra de personas que carecen de agua en Azcapotzalco. Los mayores problemas se registraron en febrero pasado, cuando los habitantes de 40 por ciento de las 111 colonias se quedaron sin una gota en sus domicilios, informó el delegado, Pablo Moctezuma Barragán.

En la presentación de las actividades culturales que se desarrollarán en Tlalpan por el Día Mundial del Agua, señaló que 80 por ciento de la población, alrededor de 320 mil personas, reciben el líquido por tandeo, y cuatro de cada 10 en conjuntos habitacionales se quedan sin agua cada vez más días.

La aprobación de nuevos desarrollos inmobiliarios por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, al otorgarles la factibilidad de agua, cuando ya no hay posibilidad de abastecer la zona, nos ha colocado cada vez en mayor riesgo de no tenerla, afirmó.

Acompañado por la titular de Tlalpan, Claudia Sheinbaum Pardo, demandó a las autoridades centrales estudiar a fondo dónde y cuándo debe autorizarse un nuevo desarrollo inmobiliario y no seguir con un sistema caótico de permitir construcciones donde se les antoja.

Un total de 19 megaproyectos aprobados, recordó, recibimos al asumir la jefatura delegacional, mismos que se han impugnado sin éxito, porque continúan, están en proceso de entrega o ya los ocuparon, condenando a sus habitantes a sufrir la falta de agua.

Tan sólo en febrero pasado enfrentamos un grave problema de escasez del líquido, por lo que se solicitó el apoyo del Sistema de Aguas de la Ciudad de México para el envío de pipas, porque sólo se tienen seis, que son insuficientes para atender la demanda de la población, señaló.

No se trata de detener el crecimiento de la ciudad, sino analizar cada caso detenidamente, porque nos enfrentamos a una crisis de servicios, donde la falta de agua es la número uno, que puede atacarse con la construcción de resumideros, captación de agua de lluvia y recarga de mantos freáticos, consideró.

Mencionó que en los pasados 100 años la ciudad se hundió nueve metros por la extracción de agua, suficiente para llenar 1.6 veces el estadio Azteca diario, u 11 mil 200 veces al año, y se crearon grandes socavones en una zona sísmica, lo que traerá graves riesgos, y para recargar los acuíferos se requerirían 32 años, siempre y cuando no se extraiga una sola gota de agua, lo cual es difícil.