El negocio de la oscuridad
urante la administración del alcalde priísta Carlos Bustamante (2010-2013), la ciudad de Tijuana entregó 145 millones 950 mil pesos a la empresa Sola Basic para iluminar sus calles. Fue un contrato leonino: Bustamante pagó por adelantado y cuando la empresa no cumplió, nada pasó. Ni él, en su momento, ni su sucesor, el también priísta Jorge Astiazarán (2013-2016), la llamaron a cuentas. Ahora, el panista Juan Manuel Gastélum anunció que emitirá una licitación para alumbrar las calles, que son una trampa, sobre todo los bulevares, llenos de baches, oscuros y sin señalización.
¿Cuánto se sacará ahora de las arcas públicas, es decir, de los bolsillos de los ciudadanos, para alumbrar Tijuana? Astiazarán, imposibilitado para actuar contra su antecesor –nunca explicó por qué le permitió tanta tropelía, y la lectura pública fue que había complicidad con los mismos intereses–, intentó que el Congreso autorizara un impuesto a los ciudadanos para recaudar 960 millones de pesos en los próximos 10 años y alumbrar la ciudad, sin antes llevar a la cárcel a los responsables del daño al erario. El Congreso, de mayoría panista, no se lo permitió.
¿Qué hará el alcalde Juan Manuel Gastélum? ¿Hará borrón y cuenta nueva? Los ciudadanos de Baja California están muy pendientes de lo que hacen sus autoridades. Si bien en Tijuana no hay una insurgencia como la mexicalense, la población está más pendiente que nunca y en el cabildo hay un bloque opositor en vigilia, y nadie quiere otro negocio para los amigos del poder.