Mientras en la trinchera de Julio César Chávez junior las declaraciones siempre están a punto de ebullición, en el otro extremo, del lado de Saúl Canelo Álvarez, apuestan por la concentración en el campamento de San Diego, California, sostiene el entrenador del pelirrojo, José Reynoso.

Estamos conscientes de la ventaja que dimos en el peso a Chávez junior, aclara Reynoso y agrega que por eso ellos están enclaustrados en el campamento.

Sin embargo, la inmediatez de la comunicación les permite estar actualizados sobre cada declaración que sale del equipo del junior. Los desafíos que hace, las bravatas e incluso las polémicas que su padre sostuvo con el memorable Roberto Manos de Piedra Durán respecto de la pelea, el 6 de mayo en Las Vegas.

“Sólo nos llegan las noticias y nos preguntamos: ‘¿ya sabes lo que dijo fulano?’ Es todo. Nada nos altera al equipo ni al Canelo, que es muy reservado y no le gusta meterse en polémicas”, asegura Reynoso.

Todas las grandes peleas están rodeadas de polémica, pero a nosotros no se nos calienta el ánimo, porque vemos todo con distancia. Nos recluimos en nuestro rinconcito, agrega el entrenador en alusión a su campamento.

Si entre los rivales a cada uno corresponde un rol, queda claro que al Junior le tocó el de la provocación. De manera recurrente aparece con declaraciones en las que asegura que noqueará al Canelo, que éste nunca ha tenido una pelea de verdad, que siempre le dieron ventajas. La más reciente mientras el Junior corría, donde jadeante lanza bravatas a su rival. Le advierte que no le interesa el dinero de la pelea, sino que sólo quiere derribarlo.

Canelo, destaca Reynoso, ha madurado y prefiere el silencio. No porque le hayan instruido sobre cómo comportarse ante las cámaras y los micrófonos, sino porque en parte es su personalidad y porque lo ha visto en el trabajo diario con su equipo.

“Canelo es libre de expresar sus opiniones y sentimientos, nadie lo interfiere”, aclara.

Recuerda por ejemplo que durante la apuesta que cruzó ante Chávez junior, nadie dijo nada en ningún sentido.

Para mí fue el impulso de dos jóvenes. Saúl nunca ha sido un exhibicionista; lo que sucedió con aquella apuesta es que se molestó con lo que decía Chávez y quiso dejar en claro su posición, señala.

Reynoso advierte que la única preocupación para el equipo y el boxeador tapatío es seguir con el trabajo de preparación. Pelear ante un rival de mayor talla y peso –explica– es una ventaja que concedieron con tal de que se concretara este combate.

No queremos ser víctimas de esa desventaja, aclara. “Canelo peleará en un peso que no corresponde a sus características corporales, por eso deberá apostar a una estrategia basada en la inteligencia y no en los atributos físicos”.

Lo que puede anticipar es que ese sábado subirá como un boxeador que le planteará una serie de problemas al Junior.