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Hacia dónde camina la caravana “No cesaremos en la exploración y el fin de todas nuestras búsquedas será llegar adonde comenzamos, conocer el lugar por vez primera”. “Cuando emprendas tu viaje a Itaca, pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias…” Como Caravana, emprendimos un largo viaje a un destino que imaginamos lejano y difícil de alcanzar, pues hablamos de la Diversidad Biocultural como una propuesta diferente en la relación humanidad-naturaleza. Este viaje tal vez inició cuando la humanidad comenzó a construir las grandes civilizaciones. Un punto urgente a redescubrir es la propuesta alternativa en este momento en que el “progreso” nos ha llevado a una crisis de proporciones inimaginables, en donde la naturaleza se ve como un recurso ilimitado del cual podemos sustraer todo lo que deseamos. “El Capital pretende ahora manejar la naturaleza, dominarla, domesticarla, explotarla. Es decir, destruirla”, a decir de los zapatistas. El camino apunta a quienes han manejado por siglos la naturaleza desde otra cosmovisión; a escucharlos, para saber cómo han logrado mantener y utilizar los elementos de la naturaleza sin deteriorarlos, y en algunos casos, como es el del maíz, mejorarlos y adaptarlos a las cambiantes condiciones. Un viaje que, lejos de ser de retorno, se plantea como una espiral ascendente hacia un futuro deseable en que buscamos nuevas formas de relación con el mundo y entre nosotros, y de concepción sobre sus elementos, basadas en cimientos sólidos, lo que ha llamado Víctor Toledo “una tradición contemporánea”. La construcción de un nuevo paradigma civilizatorio, en el cual la bioculturalidad entendida como una nueva relación humanidad-naturaleza será un largo viaje. Las aventuras que se vislumbran en este caminar implican en primera instancia plantearnos nuevas formas de avanzar, de sumar a las muchas y muchos a esta propuesta de cambio de nuestra relación con la naturaleza y con los otras y los otros. Largos caminos en los que hemos de emprender nuevas aventuras como Caravana, novedosos episodios como los ya emprendidos. Caminos que nos llevan a impulsar nuevas relaciones con otras bases en las que se rediseñan, se deconstruyen y forman un nuevo tejido social. El reto es seguir sumando de manera horizontal, como esa milpa que se hace en el campo pero que también, como nos ha recordado Armando Bartra, hacemos en la sociedad y donde cada quien aporta su experiencia y habilidad. ¿Hacia dónde vamos ahora? Tal vez el siguiente paso es saber lo que sucedió a lo largo de 15 días en uno de los complejos más exclusivos y excluyentes del paradisiaco puerto del Caribe. ¿Qué y cómo tomaron decisiones funcionarios alejados de los Pueblos y cerquita del gran Capital? Nuestra labor será sistematizar esa información, entenderla y darla a conocer a quienes no pudieron llegar a Cancún. Este Suplemento es parte de ese esfuerzo. Continuaremos con pláticas en múltiples espacios para compartir a miles de personas la trascendencia de los temas que nos animan. Una labor fundamental de esta Caravana es amplificar la voz de los sujetos capaces de dar luz sobre esa forma de relación diferente con la naturaleza, en especial los pueblos originarios y campesinos que han sido aislados, excluidos y despojados. Es singular y revela con claridad su objetivo que una integrante de la familia empresarial de este país impulse en el Congreso la Ley de Biodiversidad, una legislación hecha a oscuras y sobre las rodillas… Frente a ello, la Caravana busca animar el debate nacional para plantear una visión diferente que impida la mercantilización de la naturaleza y ponga en el centro los derechos de los pueblos y de las generaciones futuras. Nuestro viaje a Itaca se antoja largo y con muchas aventuras. Sin embargo hemos iniciado con un buen barco y vamos remando entre muchas y muchos con entusiasmo y voluntad capaz de enfrentar tormentas y de llegar a buen puerto algún día. Hemos de aprender de la cosmovisión de nuestros ancestros: nuestra existencia es efímera, pero la humanidad persiste y mientras haya personas, colectivos y comunidades con sensibilidad, creatividad, solidaridad y agradecimiento a la Madre Tierra, existirá la esperanza. ¡Seguiremos cultivando un Mundo Diverso!
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