Zacatecas, Zac.

La mayor parte de las pequeñas presas, bordos y abrevaderos de Zacatecas se encuentran en sus niveles mínimos de contención de agua, lo que ha puesto en alerta al sector pecuario de la entidad, afirmó Adolfo Bonilla Gómez, secretario del Campo en la entidad.

Señaló que el hato ganadero se compone de un millón de cabezas, principalmente vacuno, el cual no se ha recuperado de los efectos de la gran sequía que hubo en 2011, la cual redujo en 30 por ciento el número de reses en los agostaderos zacatecanos.

Refirió que el estiaje de febrero a junio de este año se acentuará debido a que en diciembre y enero pasados no se presentaron las aguanieves, precipitaciones que ayudan a la captación de líquido en los abrevaderos y al crecimiento de pastos naturales de los que se alimenta el ganado.

Indicó que tampoco se produjo el fenómeno meteorológico conocido como las cabañuelas, un breve periodo de lluvias que se registra durante la segunda quincena de enero, el cual evita la reducción del peso de los animales y su eventual mortandad.

Bonilla Gómez señaló que ha estado en comunicación con los presidentes de las 58 asociaciones municipales ganaderas, y un pequeño porcentaje de ellos hablaron de la necesidad de transportar agua con camiones cisternas a sus abrevaderos.

Dijo que los productores que cuentan con sembradíos bajo el sistema de riego (cerca de 200 mil hectáreas), no están en problemas gracias a que las grandes presas que existen en Zacatecas tienen volumen de agua suficiente para irrigar sus cultivos.

El funcionario detalló que si no llueve a tiempo el riesgo sería para más de 85 mil campesinos que siembran más de un millón 100 mil hectáreas de cultivos de temporal, por lo que el sector debe estar alerta por si se llega a agravar esta situación.

Parte del territorio de Zacatecas es región árida y semiárida, aunque tuvimos buenos años de lluvia de 2014 a 2016; lo que estamos viendo ahora es en cuáles municipios ya tenemos este tema más marcado, advirtió.