Una diferencia de dos horas y media en el momento de su nacimiento permitieron acreditar que un joven en Nuevo León era menor de edad y, por tanto, no podía ser juzgado como adulto por los delitos de homicidio calificado y robo ejecutado con violencia.La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió ayer lo anterior y determinó que el menor era inimputable por la edad. Los ministros resolvieron que la edad de las personas se cuenta de momento a momento para considerarla penalmente responsable, debe contabilizarse no sólo el día de nacimiento, sino la hora y el minuto, con el fin de determinar si al momento de la comisión del delito era menor de edad o no. En este caso, fue fundamental que el Código Civil de Nuevo León prevea que en el acta de nacimiento debe contener la hora exacta del nacimiento, lo que demostró que el homicidio y robo imputados ocurrieron dos horas y media antes de que el acusado cumpliera la mayoría de edad.