Coloca la Secretaría de Hacienda bonos por 15 mil millones de pesos a 30 años
Jueves 9 de marzo de 2017, p. 25
Un bajo crecimiento de la actividad económica y el aumento de la deuda pública respecto del tamaño de la economía se convirtieron en factores que presionan para que la calificación sobre la solvencia del gobierno mexicano se mantenga en perspectiva negativa
, aseguró este miércoles Fitch Ratings.
Un deterioro de los vínculos con Estados Unidos que redujera las perspectivas de crecimiento y debilitara el balance de sus cuentas externas podría ser negativo para las calificaciones de México
, dijo.
En diciembre pasado, Fitch Ratings revisó la perspectiva de calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano de estable
a negativa
, lo que significa que en una próxima evaluación –para la que todavía no hay fecha– hay la probabilidad de que baje la nota.
Las calificaciones de deuda miden la probabilidad de que un emisor, en este caso el gobierno mexicano, incumpla con sus compromisos. A mejor calificación es menor el costo que empresas y gobiernos pagan por financiarse.
El crecimiento económico relativamente débil de México y los mayores riesgos de baja para el mismo, así como los desafíos que esto podría imponer sobre la estabilización de la deuda pública mexicana, están impulsando la perspectiva negativa de la calificación soberana del país, mencionó Fitch Ratings en un nuevo informe especial, publicado ayer.
La mayor incertidumbre económica como resultado de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y su planteamiento de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México e imponer controles de inmigración más estrictos, podría mermar la demanda interna mexicana en el corto plazo, añadió.
El crecimiento de México de los últimos cinco años, de 2.5 por ciento, es más débil que la mediana de los países que tienen una calificación similar a la de México (BBB, equivalente a grado de inversión), de 3.1 por ciento, apuntó. Esto podría continuar en 2017 y 2018, en la medida en que la inversión se viera afectada por la mayor incertidumbre económica, planteó.
La volatilidad financiera ha aumentado después de las elecciones de Estados Unidos, pero no se sabrá la magnitud de las potenciales ramificaciones de las políticas estadunidenses sobre México hasta que se den a conocer más detalles sobre el alcance y contenido de los cambios que se realizarán en términos de comercio exterior y asuntos de inmigración, estableció.
El déficit en cuenta corriente –que mide la diferencia entre la entrada y salida de divisas del país– ha aumentado en años recientes y cualquier impacto negativo sobre las remesas (las cuales provienen principalmente de Estados Unidos) y los flujos de comercio (más de 80 por ciento de las exportaciones de México se destinan a aquel país) podría empeorar aún más las dinámicas de las cuentas externas. Además, una caída en la inversión extranjera directa podría tornar el financiamiento del déficit en cuenta corriente más dependiente de los flujos de portafolio y del endeudamiento externo, comentó.
La carga de la deuda del gobierno mexicano, estimada en 46 por ciento del producto interno bruto al final de 2016, es más alta que la mediana de países con calificación similar, en los que ronda 40 por ciento, por lo que ejerce presión adicional sobre el perfil crediticio de México, dijo.
Un deterioro en los vínculos de México con Estados Unidos, que redujera sus perspectivas de crecimiento y/o debilitara su balance general externo podría ser negativo para las calificaciones de México.
Aumenta la deuda pública
El gobierno federal incrementó la deuda pública en 15 mil millones de pesos para satisfacer sus necesidades de financiamiento a través de la colocación de bonos a tasa fija con vencimiento a 30 años mediante el método de subasta sindicada, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Detalló que los bonos colocados este miércoles otorgan al inversionista un rendimiento al vencimiento (en el año 2047) de 7.85 por ciento.
A través de un comunicado la dependencia federal dijo que la operación forma parte de la estrategia de deuda pública delineada en el Plan Anual de Financiamiento 2017, la cual busca satisfacer las necesidades de financiamiento del gobierno federal en los mejores términos y condiciones, así como contribuir al buen funcionamiento del mercado local de deuda y fortalecer las referencias de mercado para otros emisores.
Detalló que el método de subasta sindicada de deuda contribuye al proceso de formación de precios y promueve una adecuada distribución de los instrumentos colocados.
(Redacción)