Escándalos en el blanquiazul y desbandada en el sol azteca
Domingo 5 de marzo de 2017, p. 7
A un mes de que empiecen las campañas en los estados de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz, los partidos de oposición se encuentran desgastados y a punto de la división, debido a las disputas internas por las candidaturas. El más debilitado es el PRD, por la continua salida de militantes que se refugian en Morena, mientras el PAN enfrenta un nuevo escándalo de corrupción por los llamados moches.
En esta ocasión el tema de las corruptelas se registró en Yucatán, donde ex diputados y actuales directivos del comité estatal del blanquiazul fueron acusados de exigir comisiones por la gestión de recursos en favor de alcaldías.
Según Ernesto Ruffo, integrante de la Comisión Anticorrupción del PAN, sí hay elementos para hablar de moches en esa entidad, lo que ha encendió las alertas en la dirigencia nacional, empeñada en mostrar la mejor cara del blanquiazul y hacer lo posible para que las disputas por las candidaturas no deriven en fractura.
Sin embargo la amenaza de fisura sigue presente debido a la contienda por la candidatura presidencial para 2018 y las acusaciones de que no hay piso parejo para los aspirantes.
La crisis del PRD se ha profundizado por la disputa de corrientes por candidaturas, el abierto apoyo de algunos de sus líderes para que Andrés Manuel López Obrador sea candidato presidencial y la convocatoria a renovar la dirigencia nacional en agosto, y cuyo tema será abordado el próximo viernes en Consejo Nacional.
Mientras el resto de los partidos ya definieron a sus candidatos a gobernador, particularmente en el estado de México, los perredistas no pudieron llevar a cabo su proceso electoral interno para elegir al abanderado, por lo que el Comité Ejecutivo Nacional se arrogó esa atribución, lo que conlleva el riesgo de judicializar el proceso.