Al menos medio millar de migrantes mexicanas deportadas dejaron a sus hijos solos en Estados Unidos.

Otro tanto debió encargarlos, en el mejor de los casos, con el cónyuge, hijos mayores, familiares directos o indirectos, advierten datos de la Secretaría de Gobernación (SG), correspondientes al año pasado.

La mayoría de las repatriadas son originarias de Guerrero y Michoacán, por lo que tendrían que buscar apoyos en la frontera para reingresar o buscar alguna forma de ver a sus pequeños.

Organizaciones civiles asentadas en Baja California, especialmente en Tijuana, acogen a muchas de ellas para darles apoyo legal y sicológico y que enfrenten esta situación.

En los años recientes (durante la administración de Barack Obama) 3.4 millones de mexicanos fueron repatriados; se desconoce cuántos casos se generaron de madres en esa situación, aunque ya empieza a fluir información con ese detalle.

Por primera vez, Gobernación desglosó la estadística migratoria por grupos vulnerables, esto es, menores de edad y mujeres.

Con el título Madres que dejaron a sus hijos en Estados Unidos, difunde un acercamiento a la problemática: 500 mujeres (poco más de 50 por ciento del universo desglosado) tuvieron que dejar solos a sus vástagos, esto es, sin la compañía de un familiar adulto.

En tanto, en el registro de 154 mujeres se informa que encargaron a sus hijos con su pareja (no se detalla si se trata del padre de los menores).

En este mismo grupo de familias separadas, el gobierno mexicano tomó nota durante el año pasado de 16 madres que se apoyaron en sus otros hijos, posiblemente mayores de edad, aunque el dato tampoco se detalla en la naciente clasificación, difundida por la Unidad de Política Migratoria, de Gobernación.

A su vez, 173 madres dejaron a sus hijos con familiares directos, mientras que 117 reportaron distintas condiciones relacionadas con las personas que ahora cuidan de los menores ante la expulsión de ellas de territorio estadunidense.

A escala general, el número de mexicanas deportadas de Estados Unidos se incrementó 7.9 por ciento el año pasado, respecto de lo ocurrido en 2015.

Casi la mitad eran adultas, pero 2 mil 761 fueron expulsadas solas del vecino país.

La estadística de Gobernación indica que 17 por ciento de las repatriadas son originarias de Guerrero. Le siguen, en menor porcentaje, las nacidas en Oaxaca y Michoacán.

Igualmente, las más vulnerables, menores de edad deportadas no acompañadas, sumaron mil el año pasado.

Del lado mexicano, es decir, de las acciones y resoluciones tomadas por nuestro país, se destaca el aumento de mujeres refugiadas. Durante 2015 se emitió esta protección del Estado mexicano a 236 extranjeras, casi la mitad de nacionalidad salvadoreña; le siguieron en menor proporción las procedentes de Honduras.

En 2016 hubo 763 mujeres refugiadas. Esta vez las hondureñas estuvieron a la cabeza de la lista, con 337 beneficiadas, las de El Salvador fueron 322 y se añadieron las venezolanas con 56 casos, y 48 de otras nacionalidades.

En cuando a las mujeres migrantes en México en situación irregular hay una ligera baja de 3.7 por ciento en 2016 respecto al año anterior.

De 47 mil 383 migrantes en esa condición, 14 mil 287 eran menores de edad: casi 10 mil viajaban acompañadas hacia Estados Unidos, pero 4 mil 603 iban solas.

La estadística migratoria de 2012 a la fecha muestra además aumento en el número de niñas, niños y adolescentes migrantes irregulares, en tránsito hacia el norte.

Los datos más recientes indican también disminución en el flujo de africanos, cubanos y haitianos, pero hay un repunte de asiáticos.