Los festejos por el medio siglo del Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara culminarán el primero de abril con una función en el teatro de Bellas Artes.

El programa incluye una serie de bailes representativos de varios estados y épocas. Abrirá con la danza prehispánica Astral del gran círculo; seguirá con cuadros de Oaxaca, corridos mexicanos, danzas de Veracruz para cerrar con Danzón.

La segunda parte abarca Danza de los quetzales, de Puebla; continuará con Chiapas y la música de marimba, habrá un cuadro de Chapala, dedicado a un poeta, y todo terminará con la región de Jalisco, lo más representativo de nosotros, expresa Carlos Ochoa, director de la agrupación desde hace 38 años.

Ésta es una compañía muy particular porque ninguno de sus integrantes recibe remuneración. La mayoría son profesionistas que se ganan la vida de otra forma, sin embargo por amor, aunque suene cursi, participan en este proyecto reconocido en el verano de 1966 por el entonces rector de la UdeG, Ignacio Maciel Salcedo, quien oficializó el grupo que se inició originalmente con cuatro parejas de bailarines.

Música en vivo, siempre

La agrupación está integrada por 120 personas: 48 bailarines, 36 cantantes de coro y los conjuntos musicales que se contratan según las presentaciones. Por ejemplo, se utiliza un mariachi tradicional, pero adaptado a nuestra disciplina, apunta Ochoa.

Igor Lozada, secretario de vinculación y difusión cultural de la UdeG, recuerda que los músicos tienen que estar acordes con el ritmo de los bailarines porque un desfase de tiempo va en detrimento de su desempeño. Siempre se baila con música en vivo. Aunque son distintas regiones, no podemos tener un grupo tan grande de músicos. Hay un director musical, otro de coro y el maestro Ochoa, quienes vigilan que los músicos vayan a tiempo y tengan la sonoridad que se busca.

Los bailarines ensayan diario dos horas. La compañía goza de gran aceptación internacional. En sus 50 años de vida ha viajado a más de 30 países por los cinco continentes. Actualmente tienen invitaciones de China, Europa y Estados Unidos.

Entrevistado, Lozada dijo que el interés en Estados Unidos por esa compañía siempre ha existido. Sin embargo, ante la adversidad de una campaña de confrontación tan evidente (como la actual), la respuesta de nuestros colegas, compatriotas y mexicoestadunidenses se entiende por el punto de diversidad y lo valioso que es el arraigo y la raíz. De esta manera pueden tener un discurso más sólido respecto de qué es ser mexicanos, porque somos una fusión de muchas cosas. Somos un crisol como se puede observar en el repertorio del ballet folclórico.

Los festejos por 50 años de la compañía incluyeron galas en Guadalajara, un homenaje a los que ya no están y se prepara un libro conmemorativo.