Chilpancingo, Gro.

Al menos dos empresarios fueron secuestrados esta semana en Chilpancingo, donde prevalecen las extorsiones y el cobro de piso, aseguró Adrián Alarcón Ríos, presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Entrevistado en esta capital, Alarcón Ríos sostuvo que 27 negocios cerraron en la región centro de Guerrero entre enero y febrero debido a la violencia y al poco desarrollo económico. Señaló que uno de los establecimientos cerrados es de la cadena de hoteles y restaurantes La Mansión. Tengo entendido que se van por problemas de inseguridad, y si lo hizo una cadena nacional, seguramente lo van a hacer otros. Incluso el gerente se suicidó, porque le pedían utilidades y le demandaban dinero por otros rubros.

De los dos empresarios plagiados, precisó: La información que tenemos es que los secuestraron el lunes pasado, que los sacaron de su negocio y su familia los está buscando.

Afirmó que en el caso de Carlos Cruz Islas, ex dirigente regional de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, los captores exigieron que no se informe más en cuanto al plagio. Destacó que es una pesona muy conocida. Fue sacado de un ciber-café el lunes pasado, aunque se supo el martes. Pedimos que le tengan compasión. Su familia está destrozada. Si hay un requerimiento económico, haremos una colecta.

Se rumora de más plagios

Señaló que el otro secuestrado es Daniel Salgado, hijo del ex alcalde de Acapulco, Juan Salgado Tenorio. Está muy fuerte el rumor de que ayer (martes) se llevaron a otras dos personas.

De acuerdo con Alarcón Ríos, el número de secuestros en Guerrero había descendido, estaba un poco contenido. Sin embargo, esto es un mal presagio, porque siempre que plagian a alguien, viene una oleada de ese delito.

Agregó que médicos del Hospital General de Chilpancingo han sido extorsionados y que el incremento de la criminalidad está tomando desprevenidas a las autoridades.

Reiteró que los empresarios de la entidad están muy acongojados, muy tristes e indefensos.

Lamentó que no actúen los tres niveles de gobierno y que el gobernador, Héctor Astudillo, haya admitido que la seguridad es una asignatura pendiente, aunque no es un asunto de él, sino también del alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva, con quien hemos perdido la comunicación. La Coparmex ya no cree en él.

Dijo que los empresarios capitalinos también desconfían del fiscal general del estado, Xavier Olea Peláez, quien prometió crear una fiscalía económica. No sabemos con quién acudir. Ir al Ministerio Público es entregarnos.