Es inconcebible que habiendo ganado todos los procesos legales –11 demandas y dos acusaciones penales–, por cuestiones políticas no pueda regresar al país, señaló anoche el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la Repúlica Mexicana, Napoleón Gómez Urrutia, en el contexto de la presentación de su libro Antes de la próxima revolución”, en el que plantea la urgencia de un cambio de modelo económico, político y social del país.

En el acto, que tuvo lugar en Casa Lamm, Gómez Urrutia, vía teleconferencia desde Vancouver, Canadá, y de manera presencial el abogado del sindicato, Marco del Toro, sostuvieron la exigencia de que el gobierno federal dé las garantías de seguridad para el retorno del dirigente al país.

Para acudir a este foro vino desde Canadá la esposa del líder minero, Oralia de Gómez Urrutia, quien estuvo acompañada por diversos familiares. También asistieron el pleno del comité ejecutivo del sindicato, así como representantes del sector de todo el país y directivos de empresas del ramo, quienes llenaron dos enormes salones del recinto.

Al exponer los principales fundamentos de su libro, Gómez Uturria comentó que en México debe haber un cambio de rumbo, ya que el actual esquema sólo ha profundizado la pobreza: 50 por ciento de la población está en la extrema miseria y la desigualdad, recordó, mientras se ha exacerbado la corrupción.

La incompetencia de los diversos gobiernos que han tomado el poder en los últimos años, la ambición desmedida de los altos funcionarios, la corrupción imperante, la debilidad del mando y la privatización opaca de todos los sectores hacen necesario poner freno a todo lo que ha llevado al fracaso de la economía nacional, que se muestra en el desempleo y la concentración del ingreso en 300 familias, lo que no sólo es injusto, sino inmoral, consideró.

Agregó que este panorama hace que el país esté vulnerable ante la nueva política del gobierno de Estados Unidos, por lo que se debe construir un nuevo orden económico, político y social. Dijo que cuando habla en su libro de una revolución, está planteando un cambio en la forma de gobernar, con nuevas ideas, sin corrupción y con liderazgos que vean al pueblo sin arrogancia y con un profundo sentido social.

Al llegar a este punto, Gómez Urrutia preguntó a los asistentes: ¿de quién es México?, porque ya se lo apropiaron unos cuantos.

En esta mesa, en la que también participó como ponente el periodista Javier Solórzano, Del Toro hizo un resumen de toda la batalla legal que se ha seguido para enfrentar la persecución del gobierno contra el dirigente y el gremio minero.

Afirmó que lo justo es que Gómez Urrutia, quien ha ganado todos los procesos legales en su contra, ya estuviera en México. Sostuvo que incluso anteriormente se planteó una estrategia para que dirigentes sindicales de talla internacional que apoyan su causa lo acompañaran en su retorno al país, pero señaló que esto no se ha podido concretar porque hay cuestiones políticas, más que legales, que lo han impedido.

Puso de ejemplo que se tenía asegurada la casa particular del líder, y después de muchos procesos legales y de ganar resoluciones en su favor, se pudo recuperar el inmueble, y al día siguiente volvieron a asegurarlo, lo que hace pensar que la persecución política no ha terminado, por ello se piden garantías para su regreso a México.