Escasea el agua en la zona donde aún quedan unos 750 mil civiles
Miércoles 1º de marzo de 2017, p. 28
Mosul.
Luego de diez días de intensa ofensiva en la zona oeste de Mosul, unas ocho mil personas han huido de los combates en busca de refugio en el sur de la ciudad, informó este martes la Oficina de la Organización de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitaros (OCHA). El arzobispo de Mosul, Petros Mouche, exigió a la comunidad internacional que abogue por la protección de las minorías cristianas en Irak durante su visita al arzobispado de Essen, en Alemania.
Centenares de civiles cruzaron el desierto para huir de los combates en Mosul entre fuerzas iraquíes y milicianos del Estado Islámico (EI), sumándose a los miles que ya dejaron la segunda ciudad más grande del país. El ejército de Irak, apoyado por la coalición liderada por Estados Unidos, retomó a finales de enero la parte oriental de la localidad, tres meses después del lanzamiento de una ofensiva a gran escala para recuperar el último bastión del EI, que tenía bajo control desde 2014.
De acuerdo con la OCHA, en las zonas que ya han sido liberadas del EI existen graves problemas de suministro de alimentos y preocupa la grave escasez de agua potable. Las organizaciones humanitarias, así como la ONU, alertaron por la suerte de los cerca de 750 mil civiles atrapados en la zona oeste de Mosul, ya que carecen prácticamente de todos los servicios.
Al menos 16 mil personas habrían sido desplazadas de varias zonas de Mosul desde que se lanzó la ofensiva para reconquistar la ciudad, el pasado 19 de febrero. Según el Ministerio de Desplazados y Migraciones quedan unos 2 mil yihadistas en el sector oeste, y estimaciones estadunidenses indicaron que estos combatientes pueden provocar importantes pérdidas en la operación si aplican sus acciones habituales de guerrilla, como atentados suicidas y el uso de artefactos explosivos.
En tanto, el arzobispo de Mosul pidió a la comunidad internacional que abogue por la seguridad de los cristianos que quedan en Irak. Ahora estamos completamente arruinados; las amenazas contra nosotros y el odio de nuestros vecinos son grandes. Muchas de nuestras casas no sólo fueron saqueadas, sino también reducidas a escombros por las llamas
, dijo el arzobispo, aunque reconoció que la situación ha cambiado con el repliegue del EI.
Según Mouche, en Irak vivían millón y medio de cristianos hasta el derrocamiento de Saddam Hussein. En 2014 la cifra habría descendido hasta 700 mil y actualmente quedan al menos 300 mil cristianos pertenecientes a la Iglesia católica.