La SACM exhibe cientos de imágenes de artistas, como Agustín Lara y Olga Guillot
lo artístico, social y deportivo
Miércoles 1º de marzo de 2017, p. a11
Los ojos del fotógrafo Carlos Ysunza Nieto (CDMX, 1918-1991), retratista de figuras de la música popular, ahora se resguardan en la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) gracias a una donación de 135 fotografías en blanco y negro hecha por su hijo Carlos Ysunza Salgado.
Aquí está su expresión, su arte, toda la comunicación que pudo dar a lo largo de su vida, que fue entregarse a la fotografía al ciento por ciento, no sólo en lo artístico, sino en lo social, deportivo, entre otras áreas, y salió siempre avante
, señaló su hijo.
Desde este martes 28 de febrero las imágenes de compositores como Agustín Lara, Álvaro Carrillo, Luis Demetrio, Dámaso Pérez Prado, Armando Manzanero, Gabriel Ruiz y cantantes de la talla de Fernando Fernández, Olga Guillot, Celia Cruz, Chelo Flores y Miguel Aceves Mejía se exhiben a modo de exposición en la Casa Alfonso Esparza Oteo de la SACM.
Por una promesa hecha a su padre, se trata de que la muestra viaje a diferentes partes del país para que las nuevas generaciones conozcan físicamente a sus grandes artistas, expresó Ysunza Salgado durante el acto, que fue encabezado por Armando Manzanero, presidente de la SACM.
Entrevistado después por La Jornada, Ysunza Salgado dijo que en cierto momento hizo cuentas con su padre y se determinó que el acervo ascendía a mil 400 imágenes. Además, realizó más de mil portadas de discos. Empezó a retratar en 1940. Tuvo su primer estudio en la calle de Izazaga, luego en el cuarto piso de un edificio junto al Cine Alameda. Con el tiempo lo trasladó a su casa, a la vuelta del Teatro Insurgentes.
Dado el peso del archivo –en aquel entonces los negativos eran de tamaño carta– se lo llevaron hace 25 años a una bodega en Tepepan. No sé en qué momento alguien se enteró de que allí estaba, y por envidia le prendió fuego. Teníamos todo el plano mayor de artistas; no obstante, muchas imágenes quedaron impresas en los periódicos de la época. Rescaté y recorté bastantes; claro, nunca con la calidad de las fotografías que vemos aquí
, señaló Ysunza Salgado.
Iluminación de 3 mil vatios
Para el entrevistado, el valor de estas imágenes también reside en que primero, no había el Photoshop de hoy, es decir, una maquinita que compone o descompone. En ese tiempo era un arte manejar la fotografía por el retoque a lápiz que existía. Luego, los claroscuros no eran fáciles de manejar, por la sencilla razón de que las luces eran de 2 mil o 3 mil vatios; entonces era un deslumbramiento terrible. Para lograr fotografías buenas se pasaba uno un tiempo bastante considerable
.
Ysunza Salgado añadió que su padre siempre quiso dar un paso más adelante. Si las imágenes expuestas en la SACM todavía son de estudio, luego don Carlos decidió dar un brinco
y realizar las portadas de discos en exteriores. Fue todo un éxito.
A lo mejor un archivo de mil 400 imágenes podría parecer poco; sin embargo, era una selección de artistas hecha por las compañías
. Además, la sesión fotográfica era de dos horas, pero con reflectores de 2 mil vatios, por lo que las personas sudaban. Imagínese las que tenían problemas de vista; había que esperar a que se enfriara, que sus ojos no parpadearan. Mi padre hacía que no vieran la cámara, sino a otro lado para disimular un poco ese parpadeo continuo por la luz
.