Recién designada candidata del PAN a la gubernatura del estado de México, Josefina Vázquez Mota rechaza ser una aspirante cómoda para el PRI, como se le percibe en algunos círculos políticos, y califica de calumnias e infamias los señalamientos de corrupción generados en su contra a propósito de los mil millones de pesos del erario que gestionó por conducto de la iniciativa Junto Podemos, que preside.

Mis cuentas han sido claras, enfatiza la ex candidata presidencial en entrevista con La Jornada, realizada en sus oficinas de Polanco. A continuación, un resumen del diálogo.

–¿Cómo llega a la campaña? –se le pregunta a la ex secretaria de Educación Pública y de Desarrollo Social en los gobiernos panistas, y también ex coordinadora de los diputados federales de su partido.

–Me siento fuerte, muy bien respaldada y acompañada por mi partido, tanto a escala nacional como en el estado de México. Vengo con la experiencia de vivir una campaña a la Presidencia de la República y con todas las lecciones que sin duda alguna me dejó esa contienda, y eso me hace sentir con seguridad y con una gran fortaleza. Mi apuesta más importante es construir una gran alianza ciudadana, incluyente, plural, diversa. Para todos aquellos que coincidan que ha llegado el momento de la alternancia, habrá un espacio en este proyecto.

–¿No teme una derrota?

–No tengo miedo, tengo respeto, como se debe tener por lo que significa una contienda electoral, pero me siento preparada. Conozco muy bien el estado de México y lo que enfrenta, particularmente lo que he definido como los tres grandes adversarios: la inseguridad, la corrupción e impunidad y la pobreza.

–¿Ya hay acuerdo con los panistas que también aspiraban a la gubernatura?

–He recibido una respuesta muy favorable. Juan Carlos Núñez ha declinado. La senadora Laura Rojas me acompañó a mi registro, y el jueves, en el seno de la Comisión Permanente, estuvieron presentes José Luis Durán y Juan Rodolfo Sánchez, mostrando no solamente su apoyo y su respaldo, sino acompañando ya de lleno este proyecto.

–Con Ulises Ramírez, quien se opuso a la designación de candidato, ¿ya hay algún acuerdo?

–He dialogado con él y la dirigencia del partido también lo ha hecho. Frente al hecho de que ocho de cada 10 mexiquenses están pidiendo la alternancia, confío en que vamos a ir todos juntos a enfrentar y a ganar esta contienda.

–¿Ulises, quien tiene control sobre una amplia proporción de la estructura partidista, puede convertirse en factor que abone a un eventual fracaso?

–Respetaré la decisión que cada quien tome. Tengo la certeza de que aquí tenemos un ejército de militantes y liderazgos. Además, la conformación del partido ha cambiado. Bajo la dirigencia de Víctor Sondón se ha dado una restructuración de los grupos y el día de mi registro me acompañó un buen número, y cada día se suman más.

–Sigue habiendo dudas sobre lo que pasó con los mil millones de pesos que gestionó la iniciativa Juntos Podemos. Incluso Andrés Manuel López Obrador, dirigente de Morena, ha exigido que eso se aclare.

–Me siento muy orgullosa de mi trabajo al lado de la comunidad mexicana en Estados Unidos a lo largo de dos décadas. Ahora muchos políticos y actores sociales están descubriendo a los migrantes y apenas los están visitando. Hace seis años algunos presumían que no haber salido de México era un gran atributo, y hoy frente a la persecución y el discurso de odio encabezado por Donald Trump, corren a tomarse la foto con una comunidad que, la verdad sea dicha, nunca les importó.

“Si alguien tiene duda o requiere alguna explicación sobre esos recursos, pues los invito a acceder a las páginas de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la cual dio un dictamen con cero observaciones para el Instituto de los Mexicanos en el Exterior, que es la instancia con la cual se trabajó ese esfuerzo.

“Creo que este es un momento muy oportuno de reiterar que no tengo fundación y que jamás percibí dinero alguno. Manejé presupuestos de los más grandes que tiene la administración pública en las secretarías de Desarrollo Social y de Educación Pública; fui coordinadora del grupo parlamentario en la Cámara de Diputados; viví una campaña rumbo a la Presidencia de la República, y, en todo ello, mis cuentas han sido claras y aprobadas. Siempre he actuado con apego a la legalidad y en este caso no es la excepción. Cualquier otra cosa que se insinúe o que se afirme, pues lamentablemente cae en el terreno de la calumnia y de la infamia.

–Hay quien afirma que la revisión de la ASF no aclara nada sobre los dineros que gestionó Juntos Podemos y aún falta por saber qué paso con ellos en 2016 –se le comenta.

–Hay que esperar a que la Auditoría Superior de la Federación resuelva sobre 2016, pero acreditó perfectamente 2015 y que los recursos fueron asignados por conducto de los consulados.

–Cuando afirmaba que algunos políticos sólo se van a sacar la foto en Estados Unidos, ¿se refería a López Obrador?

–A muchos. Porque ahora que de pronto descubrieron que la comunidad existe, organizan actos, los van a visitar, los saludan. Y les doy la bienvenida, ¡eh! ¡Qué bueno que vayan! Espero que no solamente a tomarse una foto, sino que se comprometan con ellos.

–¿Qué responde sobre los señalamientos de que el gobierno federal ha empujado su candidatura, porque usted le podría reducir votos a Morena, que es el partido a vencer en 2018, y de que es el plan B del PRI?

–Lo que puedo decir es que sólo soy el plan A de mi partido, y que el único pacto que estoy empezando a construir es con la ciudadanía.

–En círculos políticos se dice que usted aceptaría sin mayor problema un eventual triunfo del PRI, por los compromisos que, se afirma, tiene con el gobierno federal.

–Es una insistencia que debe obedecer al temor de que yo voy a participar; eso es totalmente falso. Para mí el candidato del PRI es un adversario político. Estoy consciente de la maquinaria, de los recursos, del trabajo que empezaron meses atrás. Pero la historia reciente nos demuestra que estas maquinarias, que entre comillas aseguraban los triunfos electorales, quedan derrotadas cuando la ciudadanía quiere un cambio. Se demostró en Durango, Chihuahua, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas.

–¿Usted es la candidata cómoda del PRI?

–No. Voy a ser una candidata muy incómoda para mis adversarios. Ya no soy la Josefina de 2012, y cuando digo esto es porque aprendí muy bien las lecciones de mi campaña y no porque, dicen, haya sido la candidata cómoda del PRI, pues nunca lo fui. Yo di esa lucha hasta el último segundo, pero hoy sé que mi partido y la campaña tienen que hacer lo que a cada uno le toca. En esta campaña va a haber disciplina, orden y estrategia –concluye.