Mazatlán, Sin.

Representantes de la Fraternidad de sinaloenses radicados en California, Estados Unidos, pidieron al gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, aplicar las acciones necesarias para que los connacionales de la entidad que sean deportados, principalmente los menores o estudiantes, tengan suficiente información para saber qué hacer cuando regresen a México.

De visita a este puerto, José Ángel Barajas, uno de los representantes, dijo que existen organizaciones y clubes de estados como Zacatecas y Jalisco que les envían folletos a sus paisanos donde les dan información sobre qué hacer si los regresan a nuestro país.

Mencionó que el gobierno de México, a través de los consulados, tienen programas de protección para los connacionales; pero hay entidades como Sinaloa que no tiene ningún programa de contingencia para atender las deportaciones masivas que se avecinan.

El activista indicó que en la oficina de la Fraternidad buscan asesorar, mediante el apoyo de otros asociaciones mejor organizadas, para decirles, por ejemplo, cómo inscribir en las escuelas a sus hijos, cómo hacer válidas sus calificaciones, incluso dónde pueden recibir ayuda sicológica, pues será adaptarse a una nueva vida.

En California, 700 mil sinaloenses

Explicó que tienen conocimiento de que debido a la violencia en las sierras de Sinaloa y Durango muchas familias debieron emigrar a California, sin documentos ni actas de nacimiento, y ahora serán deportados sin saber adónde ir o con quién acudir.

Barajas estimó que en California radican más de 700 mil sinaloenses y por lo menos unos 300 mil están concentrados en Los Ángeles; una importante cifra son indocumentados que ingresaron con visa y se fueron quedando, esperando amnistía, y tienen temor de ser deportados, expresó.

Agregó que muchos sinaloenses que de niños emigraron con sus padres en busca de un empleo o a causa de la inseguridad, ahora podrían ser repatriados en cualquier momento.

Destacó que el pavor que viven con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos les recuerda la llamada Ley Simpson-Rodino, aplicada en los 80, cuando hubo persecuciones contra los indocumentados, pues los agen- tes de migración llegaban a los sitios de trabajo como mercados, cines, de donde fuera, y los detenían.