El desfile de seis de las 12 escuelas participantes concluyó a altas horas de este domingo
Reconocen a Caetano Veloso y a Gilberto Gil
Miles de personas pidieron la renuncia de Temer y otras portaban camisetas con la leyenda ¡Vuelve querida!
en referencia a Rousseff
Lunes 27 de febrero de 2017, p. a12
Río de Janeiro.
El Sambódromo se vistió de gala para los primeros desfiles del Carnaval de Río, donde se homenajeó a la diva Ivete Sangalo y se hizo una defensa de los indígenas.
Aunque los grupos de carnaval callejeros, los blocos, prendieron la fiesta desde el viernes, en la avenida Sapucaí se extendió hasta altas horas del domingo con seis de los 12 desfiles del grupo especial
de escuelas de samba que buscan coronarse campeonas del carnaval
.
Ante más de 70 mil personas, la primera en desfilar fue Paraíso do Tuiuti, que homenajeó el movimiento tropicalista que renovó la música brasileña durante los años del régimen militar (1964-1985).
La escuela, que hacía 16 años no estaba en la categoría reina, ensalzó en su espectáculo colorido a dos de sus principales exponentes, Caetano Veloso y Gilberto Gil.
Mucho color y poca ropa
En desfiles cronometrados –desde este año fueron de 75 minutos, y no de 82– de más de 3 mil personas, con muchas plumas, poca ropa y grandes carrozas decoradas suntuosamente, llegó el turno de Grande Río, que dedicó su desfile a la popular cantante bahiana Ivete Sangalo, presente en la celebración.
En este espectáculo maratónico sólo apto para noctámbulos, le siguió uno de los desfiles más esperados y polémicos de la noche, el de la escuela Imperatriz Leopoldinense, que enarboló la causa indígena denunciando la situación del Parque Xingú, amenazado por la deforestación, los agrotóxicos y la construcción de una gran central hidroeléctrica.
Caciques de ese parque, ubicado en el corazón de la Amazonia, desfilaron también por la pasarela de la samba
en un enredo (tema) que generó fuertes críticas del agronegocio e incluso de miembros de la bancada ruralista en el Congreso.
Pasada la una de la madrugada, la escuela Vila Isabel hizo un lucidor espectáculo sobre la influencia de los esclavos negros en la música de América y el Caribe. Después, Salgueiro desfiló recreando los antiguos carnavales inspirándose en la Divina comedia, de Dante Alighieri
El broche de oro lo dio la multipremiada Beija-Flor, que después de haber ganado el Carnaval en 2015 con un polémico homenaje a Guinea Ecuatorial presuntamente pagado por su presidente, este año presenta el romance indígena de Iracema.
La exuberante e insolente celebración del carnaval le ha dado a la vapuleada izquierda brasileña un escenario, tras un año en el que su movimiento fue desterrado del poder y los logros económicos de una década se diluyeron en medio de una persistente crisis.
Miles de personas han salido desde el viernes a las festividades callejeras del carnaval y otros actos en todo Brasil con camisetas, aretes, pancartas y máscaras que exigen la renuncia del presidente conservador Michel Temer, quien en agosto remplazó a la destituida Dilma Rousseff, de centro-izquierda.
Algunos vistieron camisetas con la leyenda ¡Fuera Temer!
Otros fueron más discretos. Los cánticos de burla de adiós querida
, que se entonaron a la salida de Rousseff, ahora encontraron refugio en camisetas con el texto ¡Vuelve querida!
Un hombre con una máscara de Temer, se colocó adornos navideños, burlándose del político que en alguna vez describió su papel como decorativo
.
Esta es nuestra venganza contra el hombre que nos robó nuestro gobierno
, dijo la maestra jubilada Silvia Barros, de 72 años de edad.