Sin maquillaje ni poses Aída Román está de vuelta y con renovados bríos para reivindicarse en el tiro con arco. El revés en Río 2016 –al no conseguir lo que tenía planeado– y los momentos difíciles que pasó quedaron atrás.

Hubo largos meses de reflexión y soledad, dice la subcampeona olímpica de Londres 2012 con una amplia sonrisa. La capitalina decidió ir a Europa y algunos hasta pensaron que no regresaría o cambiaría de nacionalidad. Nada de eso pasó por la mente de la arquera, a la que inventan palabras, chismes y no sé qué tantas cosas.

La futura sicóloga, de 28 años, consideró que esta ausencia de medio año le sirvió mucho para valorar con sensatez lo ocurrido en la justa olímpica brasileña.

Ayer subió a lo más alto del podio con Luz García y Alejandra Sánchez para darle a la Ciudad de México otro título en el Campeonato Nacional de Exteriores luego de cinco días de competencias en diferentes pruebas.

Fue el retorno triunfal de la capitalina en un certamen del que también había estado ausente largo tiempo para dedicarse de lleno a la cita olímpica, que le dejó una combinación de emociones. Ahora está contenta y en armonía, rodeada de niños y jóvenes arqueros que quieren emularla.

Estos meses fueron para desintoxicarme; yo la regué, admite. Entrenar 10 meses con locura, sin entrenador ni apoyos, fue mucha presión y desgaste, explica Román Arroyo, campeona mundial bajo techo en Francia y dos Copas del Mundo en Suiza, en 2014.

Pelearse con el director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo Cervantes, tampoco la benefició. Reconoce que a pesar de todo los apoyos no se interrumpieron, aunque, a diferencia de otros años, en esta ocasión ha preferido entrenar sola y agradece las facilidades a la delegación Benito Juárez por acondicionar un lugar para sus entrenamientos, refiere durante la entrevista con La Jornada.

–¿Qué fue lo más difícil?

–Los abucheos, insultos, acoso y amenazas de muerte que recibí por una declaración que sacaron de contexto. Sí dije que Aída Román no le debía nada a nadie, pero daba una explicación del porqué, de todo lo que había pasado, de las circunstancias en las que llegué a Río de Janeiro. El reportero editó la nota con la pregunta ¿qué le dices a México? Y es cuando mete esa respuesta. Fue terrible y doloroso por el daño que me hizo.

El año pasado, la multimedallista centroamericana dio 200 entrevistas, lo cual influyó en su preparación, porque no estaba ciento por ciento concentrada y llegó muy agotada a los Juegos Olímpicos, sin tener aliento para tirar.

La arquera sonríe de nuevo con la mira puesta en Tokio 2020, al que anhela llegar tranquila conmigo misma, en un proceso que comenzó al ganar un lugar en la preselección para defender los títulos regionales en Barranquilla 2018, con el que se inicia el ciclo olímpico, y seguirá con los Panamericanos de Lima 2019, donde estará también manteniendo lo suyo con las medallas ganadas en otras ediciones.

Si en la rama femenil sobresalió Aída, en la varonil, el lugar de honor fue para el olímpico Ernesto Boardman, quien guió al equipo de Nuevo León integrado por Jorge Nevarez y Omar Zamora, para colgarse su cuarto título y arrasar en el certamen.