Querétaro, Qro.

Gallos se cebó ante un desconcertado Pumas, al que venció en una feria de goles por 4 a 3 en la jornada ocho de la liga. Un duelo que tomó por sorpresa a los de Francisco Palencia y que una vez que sintieron el primer gol- pe empezaron a desmoronarse, mientras el cuadro emplumado se fortaleció con la debilidad del rival. El final fue el despertar de una fiera que rehusó una goleada abrumadora.

El partido empezó con una advertencia engañosa. El primer gol fue de Pumas por Matías Britos al minuto 11. El empate llegó a los 32 por Ángel Sepúlveda y entonces sobrevino a pesadilla universitaria. Un autogol de Pablo Jáquez al 45, Emanuel Villa regresó al gol tras más de medio año en seco al 65 y Camilo Sanvezzo redondeó al 73. Jesús Gallardo redujo la distancia para los universitarios al 85. En tiempo de compensación, Brayan Rabello sentenció para que el marcador no fuera tan ominoso.

Pumas llegó convencido de su autoridad en esa visita. Parecía que llegarían al estadio Corregidora a poner las condiciones. Britos se reconcilió con el gol y los universitarios adquirieron soltura.

Pero una jugada letal, con Sepúlveda sembrando en el área a dos defensas que quedaron tendidos, y definiendo con inteligencia para el empate.

Poco antes de terminar la primera parte, en un cobro de castigo, la pelota se fue en un centro rutinario, Jáquez quiso desviarla con la cabeza para alejar cualquier riesgo pero le pegó muy defectuoso, de modo que la metió para asombro del Pikolín Palacios.

El segundo tiempo fue un festín de anotaciones de ambos equipos. Emanuel Villa, que hacía medio año que no celebraba un gol, tuvo la fortuna de volver a colaborar al llevarse a su marca, quitársela de encima y fusilar para el 3 a 1.

Pumas en ese momento parecía un animal desvalido. Poco después, una jugada bien orquestada, en la que Yerson Candelo se dio el lujo de entregarla de tacón para que desde afuera del área Sanvezzo mandara un tiro imparable para hacer el 4-1 que se veía insultante para los universitarios.

Como si el fuelle no alcanzara para más, Gallos se contuvo y eso lo aprovecharon los universitarios, más movidos por el orgullo y dispuestos a sacar ese ánimo que los auriazules llaman garra.

El técnico Jaime Lozano movió sus piezas y debutó a un joven Aldo Arellano, de 21 años, relevado por Gerardo Lugo al 77.

Pumas empezó a presionar, pero no acortaban porque la premura suele ser mala consejera y los intentos se quedaban a medio camino o se desviaban por mala puntería.

Pero el conjunto de Palencia recobró la dignidad y cerca del final dio otra cara. Gallardo recibió la pelota afuera del área y sin dudarlo mandó un disparo furioso que entró al arco.

Con ese fogonazo, el visitante volvió a creerse un conjunto feroz y empezó a buscar otro más. Llegó ya en tiempo de compensación, cuando Brayan Rabello recetó un tiro raso que no pudieron contener los del Querétaro. Con ese tanto en el bolsillo todavía aspiraban al empate, pero el reloj estaba en el límite y la enjundia no siempre tiene recompensa.

El duelo terminó pero con un marcador que no resultó vergonzoso para los auriazules, que volverán a casa con las manos vacías y con los mismos 11 puntos con los que salió de Ciudad Universitaria y en el octavo puesto de la tabla. Gallos, en cambio, quedó en quinto lugar y con 12 unidades en su cartera.