El vicepresidente ejecutivo de Televisa, Alfonso de Angoitia, anunció que la empresa reducirá en 37 por ciento sus inversiones para el año 2017, por lo que ascenderán a mil millones de dólares.

Señaló que la reducción se hará en el área de cable y telecomunicaciones debido a que la renovación de redes de sus empresas llevan avance de 80 por ciento.

En conferencia con inversionistas después de presentar el reporte financiero correspondiente al cuarto trimestre de 2016, el ejecutivo insistió en que Televisa no tiene poder sustancial o dominancia en el mercado de televisión de paga, como ya había determinado el Instituto Federal de Telecomunicaciones; sin embargo, el caso fue puesto sobre la mesa otra vez debido a la existencia de un amparo en el que se argumenta lo contrario.

Televisa es poseedora de la principal empresa de televisión restringida en el formato satelital que es Sky, así como de las cableras izzi, Cablecom, Cablemás, TVI, entre otras.

Las cifras ofrecidas por Televisa en el reporte financiero del cuarto trimestre de 2016 y el global de ese año muestran que sus tres negocios más rentables durante ese año fueron la venta de contenidos, por los que obtuvo 36 mil 686 millones de pesos; su negocio de televisión satelital Sky que le aportó 21 mil 941 millones de pesos; y sus empresas de televisión por cable y telecomunicaciones que le significaron ventas por 31 mil 891 millones de pesos; esto refleja crecimientos de 6.9 por ciento, 14 y 11.9 por ciento respectivamente.

Alfonso de Angoitia consideró que el Ifetel deberá considerar la evolución que ha tenido el mercado de televisión restringida de 2015 cuando emitió la resolución de no dominancia a favor de Televisa, y las actuales, porque, dijo, en ese lapso se han abierto muchas oportunidades para nuevos competidores.

Además la empresa está a la espera de la resolución sobre la primera evaluación que hace el Ifetel sobre las reglas asimétricas establecidas a Televisa como agente económico preponderante en el sector de radiodifusión.

La revisión no significa una evaluación a la empresa en el nivel de cumplimiento, sino a la eficiencia o no que han tenido las reglas establecidas hace casi tres años.