Última función de la versión libre de Alberto Santiago a esa obra de Shakespeare
La compañía Artefactum busca llegar a los jóvenes mediante un lenguaje interdisciplinario
Jueves 23 de febrero de 2017, p. 6
Una visión contemporánea de Hamlet, de William Shakespeare, donde la duda, el miedo y la venganza impiden al hombre cumplir sus sueños, articula la propuesta de Alberto Santiago en Veneno Hamlet, que hoy culmina temporada en el teatro Sergio Magaña.
Esa versión libre está inspirada en los monólogos de Hamlet, como un viaje introspectivo del protagonista donde se identifican los miedos, pues son los venenos que limitan el crecimiento de la persona.
La compañía de teatro Artefactum, dirigida por Alberto Santiago, realiza en escena cuadros visuales en torno a los personajes de Claudio, Gertrudis y Ofelia, quienes son acompañados por son jarocho y canto cardenche, así como de videos y frases sobre Hamlet.
Lo esencial que Santiago retoma de la obra del dramaturgo inglés es la idea del veneno como aquello que impide aprender y crecer en la vida; en escena aparece un fantasma que desconcierta al protagonista.
Propuesta presentada en Túnez
En el espectáculo trabajamos con el veneno como parte esencial, sencilla, pero profunda, porque Hamlet es un joven dedicado a los estudios, que, cuando muere su padre, su madre se casa al mes; entonces entra en una melancolía, en una situación terrible
, explica a La Jornada el director Alberto Santiago.
Este proyecto de Artefactum se presentó el año pasado en Túnez como parte de la Caravana Cultural de la agrupación, cuya finalidad es conservar y difundir el patrimonio y las tradiciones mexicanas mediante las artes escénicas.
Para el director de la compañía, las palabras también son como veneno porque cuando a una persona o un joven se le dice que no puede hacer algo y éste lo cree, se impide su desarrollo. A manera de ejemplo menciona lo que sucede cuando a alguien se le dice que canta feo y decide dejar de cantar.
En la propuesta, que se inicia con la celebración del Día de Muertos, la figura de Ofelia es una luz en la vida de Hamlet, pero cada vez que esa luz llama al protagonista aparece el fantasma para recordarle que asesinaron a su padre.
Esta versión de Hamlet, interpretada por actores, cantantes y acróbatas que manipulan un enorme títere, se propone llegar al público joven con un nuevo lenguaje que fusiona disciplinas y recurre a la multimedia y la música.
Hicimos un Hamlet mexicanizado porque la apuesta del proyecto de Artefactum es presentar obra contemporánea con música, textos y tradiciones. Buscamos que reflexione el público sobre cuál es su veneno, su demonio, qué le impide desarrollarse y aprender
, explica Santiago.
En este planteamiento del director y músico de la compañía, generalmente el veneno proviene de la soledad, del miedo, de la frustración. Hamlet es un hombre perdido, atorado en sus pensamientos, y nuestra tesis es que necesita voltear hacia sí mismo, estar consciente de ese veneno y desecharlo o usarlo para potenciarse
.
En la obra uno de los actores afirma: La conciencia nos hace unos cobardes, y la luz que brilla es una verdad, una decisión, que se extingue por el miedo y la duda
.
La propuesta escénica de Artefactum recrea de manera arquetípica lo que pasa en la cabeza de Hamlet, respecto de Ofelia y Gertrudis.
Veneno Hamlet forma parte de una trilogía sobre los clásicos de William Shakespeare, las otras propuestas escénicas son Ramiro y Julieta y Sueño de una noche mexicana, esta última se estrenará el primero de abril.
Artefactum, con esa propuesta basada en Hamlet, de Shakespeare, presenta hoy la última función, a las 20 horas, en el teatro Sergio Magaña (calle Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María la Ribera).