La Maldita Vecindad gozó de una ucupa de músicos, malabaristas, tragafuegos, un faquir, pachucos, elegantes damas y una legión de seguidores formada por jóvenes de diferentes generaciones el pasado sábado en una gran carpa de Tlalpan.

Hace 25 años en ese mismo escenario, la Carpa Astros, Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio presentaron su segunda producción, llamada El circo. Un cuarto de siglo después, el combo arrancó la fiesta del corazón con Bailando, canción contenida en su disco debut.

Contra la represión

Los miembros originales de Maldita salieron vestidos ad hoc: Sax, con el pelo cubriendo la mitad del rostro y su infaltable sombrero, Rocko con indumentaria de pachuco, Pato de sombrero blanco y Aldo con bombín negro. Dos pantallas laterales detallaban los movimientos de los músicos en el escenario, mientras otra, la más grande, servía de telón de fondo para lanzar, por medio de imágenes, apoyos a los movimientos sociales y leyendas contra la represión.

El espectáculo se dividió en dos partes: la primera con una docena de canciones de sus diferentes álbumes: el homónimo Maldita Vecindad, Baile de máscaras, Mostros y Circular Colectivo. Así, en Morenaza, Rocko hizo un rezo de apoyo a la mujer. En otra rola, solicitó cercanía con nuestros ancestros y realizar una ceremonia para sacudirse de la mala vibra: que todo lo malo se vaya y venga todo lo bueno, al compás de Lo pasado, pasado. En el concierto se recordaron canciones con letras que parecieran escritas hoy: “(...) ayer me lo encontré/vestido de mujer/la gente nos miraba... (Rafael)... Mojado muerto al intentar huir... (Mojado)”.

En la segunda tanda de la presentación, fueron interpretadas las 10 canciones del álbum celebratorio: El circo. Maldita abrió con Pachuco, mientras en el escenario el juego de luces exacto y las coreografías montadas ex profeso lucieron lo justo, igual que los músicos invitados: Gillo en percusiones, Miguel en la batería y Alejandro en los teclados.