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El heredero de la empresa más grande de Corea del Sur fue detenido acusado de soborno

Samsung, historia marcada por el escándalo

El abuelo y el padre tuvieron problemas con la justicia; en este caso cayó la presidenta Park

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Lee Jae-yong, vicepresidente de Samsung Electronics Co, llegó esposado ayer a la fiscalía de SeúlFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de febrero de 2017, p. 18

Seúl.

El heredero de Samsung, mayor conglomerado de Corea del Sur, apareció esposado y atado este sábado para su interrogatorio por un gran escándalo de corrupción, que provocó la destitución de la presidenta del país, Park Geun-hye.

Lee Jae-yong, de 48 años, vicepresidente de Samsung Electronics e hijo del presidente del grupo está acusado, entre otros cargos, de haber pagado 40 millones de dólares en sobornos a una empresa y a organizaciones apoyadas por Choi Soon-sil, amiga de la presidenta Park, a cambio del respaldo a una controvertida fusión de dos compañías de Samsung en 2015.

Desde sus inicios hace 79 años, el gigante sudcoreano Samsung ha tenido una agitada existencia. El padre fundador del conglomerado, su hijo y su nieto tuvieron todos enredos con la justicia.

Samsung, que significa tres estrellas en coreano, es actualmente un imperio tentacular que pesa 20 por ciento del producto interno bruto (PIB). Domina la vida económica a tal punto, que los sudcoreanos hablan en broma de la República de Samsung. Lo que no impidió que tres generaciones de dirigentes hayan sido acusados de diversas malversaciones, como la evasión fiscal y la corrupción. El más reciente escándalo es la detención del heredero del imperio.

El vicepresidente de Samsung Electronics, primer fabricante mundial de smartphones y producto insignia del grupo, Lee, está acusado de haber pagado casi 40 millones de dólares en sobornos a la confidente en la sombra de Park, a cambio de servicios prestados.

Su padre y su abuelo fueron acusados, por su parte, de corrupción y de evasión fiscal. Pero nunca han estado entre rejas, dando la impresión de que la familia Lee está por encima de la ley.

Fue en 1938 cuando Lee Byng-chull, hijo de un gran terrateniente del condado de Uiryeong, en el sureste del país, abrió un modesto ultramarinos en Daegu, la ciudad más cercana.

Con los negocios en auge, el patriarca se instala en Seúl, y después de la segunda guerra de Corea (1950-1953), Samsung se diversifica: fertilizantes, textiles, distribución, aseguradoras y en los años 60, electrónica.

Lee Byung-chull se vio rápidamente envuelto en los escándalos. En 1966, el departamento de fertilizantes de Samsung fue descubierto dejando entrar de contrabando en Corea del Sur edulcorantes artificiales procedentes de Japón. El patriarca fue acusado de querer revenderlos con beneficios, al margen de los impuestos aduaneros, al mismo tiempo que compraba a responsables políticos.

Evitó la cárcel a cambio de la nacionalización del departamento de fertilizantes, pero su segundo hijo tuvo que pasar seis meses entre rejas. Con el primogénito caído en desgracia, es su tercer hijo, Lee Kum-hee, quien hereda el imperio. Aunque también tuvo problemas con los tribunales.

En 1996, Lee Kun-hee fue reconocido culpable, al igual que varios otros capitanes de la industria, de haber sobornado al presidente Roh Tae-woo. Fue condenado a prisión condicional antes de ser indultado.

A mediados de 2005, declaró ante la fiscalía por las grabaciones de audios filtrados a la prensa en los que se podía escuchar a altos cargos de la empresa discutir sobre técnicas de corrupción de políticos y magistrados. Samsung tuvo que ofrecer disculpas públicamente antes de donar 800 mil millones de wons (660 millones de euros) a obras benéficas.

Directivos tras las rejas

En 2007, Lee Kun-hee fue condenado por evasión fiscal y por eludir sus deberes, después de las revelaciones de un ex abogado de Samsung sobre una caja negra secreta que contenía millones de dólares. A finales de 2000, su hijo Jae-yong declaró por acusaciones sobre una filial del grupo que había emitido acciones a precio regalado para permitirle tomar el control. Pero las cosas no fueron más lejos.

Su padre fue inculpado de evasión fiscal, entre otros cargos. En 2008, Kun-hee dimitió de la dirección del chaebol, como se conocen los conglomerados en Corea del Sur, prometiendo reformas y transparencia. Fue condenado a prisión antes de ser indultado, de nuevo.

En casos similares previos, los directores de compañías como Hyundai Motor Group y SK Group fueron encarcelados, pero siguieron dirigiendo sus compañías detrás de las rejas.