El colectivo Iglesias por la Paz (integrado por católicos, presbiterianos y anglicanos) exigió al gobierno cancelar el nuevo aumento a combustibles, previsto para este fin de semana, y echar atrás el alza aplicada en enero.

En tanto, el partido Morena reiteró su rechazo al incremento; con el aplicado el primero de enero, dijo, los combustibles en México se convirteron en uno de los más caros del mundo, comparado con el valor del salario mínimo pagado aquí.

Igualmente, perredistas se manifestaron contra más gasolinazos. Demandaron un plan de austeridad emergente y que el gobierno federal deje de dañar la economía familiar.

Arturo Carrasco Gómez, ministro de la Iglesia anglicana, criticó la falta de nuevas refinerías en México, cuando es un país petrolero. No puede producir gasolina y la compra en dólares ante el vaivén de los precios internacionales.

El alza en los combustibles, dijo, ha tenido impacto inflacionario, lo cual detonó la irritación de casi todos los sectores, con manifestaciones todos los días; hay un abismo entre los ingresos de los trabajadores y la cúpula política: es una vergüenza que esto suceda hoy en México. La agrupación también exigió a los sectores sociales, eclesiales y políticos compromiso con los migrantes mexicanos y centroamericanos ante las nuevas políticas de discriminación de Trump en Estados Unidos.

Morena señaló que un mexicano, con un salario de 10 pesos la hora, tiene que trabajar 12 días para llenar un tanque de gasolina de 60 litros, mientras un japonés, cuyo ingreso es de 207.69 pesos la hora, tendría que laborar siete horas, y un noruego (con percepción de 466.98 pesos, también por hora) solamente cinco.