Houston. Una serie de correos electrónicos que iniciaron en 2010 con un entrenador de acondicionamiento de los Halcones de Atlanta y que llegaron hasta el dueño Arthur Blank, mostraron a una franquicia preocupada por el excesivo uso de analgésicos para tratar a los jugadores y la potencial vergüenza que eso le causaría al equipo y a la NFL. Una agencia externa enteró al equipo que había gastado 81 mil dólares en prescripciones médicas para los jugadores en 2009, tres veces más que el promedio en la liga. Los mails ahora son parte de las pruebas que ingresaron a la corte el jueves ante una demanda colectiva que entablaron mil 800 ex jugadores de la NFL, quienes señalan que eran alentados por los cuerpos médicos para el uso excesivo de analgésicos. Thomas Dimitroff, gerente del equipo que chocará ante Patriotas de Nueva Inglaterra en el Supertazón 51, dijo que el tema se tocará “cuando llegue el momento.