Celaya, Gto.

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) y la Universidad de Guanajuato (UG) trabajan en el desarrollo de un biofungicida hecho de moringa, que es amigable con el ambiente y evitaría enfermedades en humanos.

El proyectos es dirigido por Luis Antonio Mariscal, del Inifap, y por Jesús Rubén Rodríguez, de la UG.

Analizamos diferentes alternativas que puedan funcionar de agentes fungicidas de origen natural y se optó por emplear extractos vegetales con el fin de que una planta cuide a otra, explicó Mariscal.

La moringa ataca a los hongos que destruyen la raíz y los tallos de las hortalizas y cereales, así como a los que marchitan los cultivos de hoja.

Con técnicas de microbiología, en el laboratorio del Inifap, elaboraron el producto que inhibe el crecimiento de cuatro de seis géneros de hongos que atacan hortalizas y cereales.

Esperamos aplicarlo ahora directamente en los cultivos, para probar su eficiencia y luego sacarlo al mercado; por lo pronto, se requieren más trabajo y pruebas, señaló Jesús Rubén Rodríguez.

Barato y amigable

Los investigadores dijeron que están ante la posibilidad de tener un biofungicida barato, que no dañe el ambiente ni la salud de las personas.

Se ha comprobado que el uso de productos químicos como agentes fungicidas o pesticidas para curar cultivos ha tenido un impacto sobre la salud humana y se les atribuyen problemas respiratorios, trastornos de memoria, enfermedades de la piel, depresión, abortos, defectos de nacimiento, cáncer y padecimientos neurológicos, detalló Jesús Rubén Rodríguez.

Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la moringa es un género de arbustos y árboles con múltiples usos: sus hojas, raíces y vainas no maduras se consumen como hortaliza. Todas las partes del árbol son comestibles, concluyó.