Melbourne.

Roger Federer sólo tenía un pensamiento al que se aferraba como a un clavo ardiente: ganar otro Grand Slam. La idea le daba vueltas en los momentos más difíciles el año pasado, cuando dudaba si alguna vez volvería a su mejor forma física, después de una lesión de rodilla.

Federer, quien se perdió los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y el Abierto de Estados Unidos en 2016 mientras se recuperaba de la lesión, superó a Rafael Nadal en cinco sets el domingo en Melbourne Park para ganar su título número 18 de Grand Slam, cuatro años y medio después de conseguir su último major.

Nunca hay garantía, pero siempre fui positivo, dijo el suizo de 35 años a la página web del Abierto de Australia.

Se trató de mantener la calma y creer en los frutos del trabajo y en la variedad de mi juego, que tal vez me permitía ganar quizás uno o dos (Grand Slam más), agregó Federer.

Aseguró que esta creencia se basa en que, hasta su lesión, estaba compitiendo en buen nivel. En 2015 llegó a dos finales de Grand Slam y a dos semifinales en 2016.

El suizo regresó con esta victoria al top 10 de la lista mundial y Nadal ascendió del noveno al sexto lugar. El británico Andy Murray sigue siendo el número uno.

La también ganadora del Abierto de Australia, la estadunidense Serena Williams, regresó al primer puesto de la clasificación desbancando a la alemana Angelique Kerber.