La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desechó ayer la demanda por daño moral presentada por el líder del Sindicato Minero, Napoleón Gómez Urrutia, contra Javier Lozano Alarcón, senador con licencia del PAN.

Por unanimidad, los ministros desecharon el recurso del líder gremial contra la sentencia del 25 de septiembre de 2015 en la que un tribunal colegiado consideró que Gómez Urrutia no acreditó el daño moral sufrido, además de que, por ser una persona pública, debía precisar la afectación sufrida y que ésta fuera constitutiva de delito.

La defensa legal del denunciante pretendía que la Suprema Corte definiera en qué casos procede la demanda de daño moral en agravio de personas públicas, toda vez que, de negar el amparo, se establecería el criterio de que no hay límites a las ofensas o descalificaciones contra éstas, como es el caso de funcionarios, líderes partidistas o sindicales, etcétera.

El abogado de Gómez Urrutia, Marco Antonio del Toro, había dicho en entrevista que la demanda por daño moral contra Lozano era consecuencia del asunto de cuando el líder minero denunció por la vía administrativa a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social –encabezada por Lozano en 2008–, como parte de un procedimiento de responsabilidad patrimonial.

En esa ocasión, argumentó que la autoridad ocasionó grave afectación a sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor y vida privada, así como a su reputación e imagen a escalas nacional e internacional, al difundir las razones por las cuales le negó la toma de nota como secretario general del sindicato.

En abril de 2013, la segunda sala de la SCJN negó la razón a Gómez Urrutia en ese asunto.