La liberalización de los precios de los combustibles a partir del primer día del año provocó que la inflación se disparara hasta niveles no registrados en 18 años.

Durante la primera quincena de enero de 2017 la inflación medida a través del índice nacional de precios al consumidor (INPC) registró un incremento de 1.51 por ciento, mayor a la estimación de los analistas, de 1.40 por ciento, con lo que se alcanzó una tasa de inflación anual de 4.78 por ciento.

El incremento en la inflación fue impulsado principalmente por los aumentos en gasolinas y gas doméstico licuado de petróleo, y se ubica como el mayor nivel inflacionario en una primera quincena de enero desde 1999.

Bajan precios del jitomate y del transporte aéreo

Esta alza fue parcialmente compensada por las disminuciones en precios del jitomate, transporte aéreo y servicios turísticos en paquete, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La inflación quincenal y anual de 1.51 y 4.78 por ciento, respectivamente, se compara desfavorablemente con la alcanzada en el mismo periodo de 2016, cuando fue de 0.03 por ciento quincenal y de 2.48 por ciento anual, revelan los informes oficiales.

Para el cálculo se cotizaron los precios en 46 ciudades, las cuales están ubicadas en las 32 entidades federativas.

Se recaban en promedio 117 mil 500 precios quincenalmente agrupados en 283 conceptos de consumo genéricos, los cuales abarcan 48 ramas de actividad económica.

Las localidades con variación inflacionaria por arriba de la nacional fueron: Matamoros, Tamaulipas, con 3.29 por ciento, seguida de Ciudad Acuña, Coahuila, 2.97, y Tijuana, Baja California, con 2.89 por ciento.

Por su parte, las localidades con variación por debajo de la media nacional correspondieron a Tapachula, Chiapas, con 0.84 por ciento, así como a Acapulco, Guerrero, y Tehuantepec, Oaxaca, cada una con 0.87 por ciento.

La variación quincenal del índice de precios subyacente fue de 0.37 por ciento, en tanto la anual se ubicó en 3.72 por ciento; por su parte, el índice de precios no subyacente, donde se incluye el renglón de energía, presentó un aumento de 5.03 por ciento, alcanzando una tasa anual de 8.02 por ciento.

Dentro del índice de precios subyacente, los precios de las mercancías crecieron 0.58 por ciento, al tiempo que los de los servicios se elevaron 0.19 por ciento.

En el índice de precios no subyacente, los precios de los productos agropecuarios retrocedieron 1.02 por ciento, mientras los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno subieron 8.88 por ciento.

En el índice no subyacente los precios de los energéticos y tarifas autorizados por el gobierno avanzaron a un ritmo anual de 11.97 por ciento, mientras los precios de los energéticos subieron a una tasa anual de 16.53 por ciento durante las primeras dos semanas del año.

Con el alza de la inflación en términos anualizados de 4.78 por ciento, se rompe el rango de inflación objetivo del Banco de México de 3 por ciento más/menos un punto porcentual, y su nivel podría superar muy pronto el 5 por ciento y mantenerse ahí a lo largo de 2017, en la medida en que las mercancías continúen absorbiendo la debilidad del peso, y los precios de los combustibles previsiblemente sigan sumando aumentos en línea con los precios internacionales del petróleo.