¿Le ganará AMX a Televisa en EU?
a competencia entre las empresas de telecomunicaciones en materia de contenidos ya no es local sino global, y no es a través de un canal, sino por medio de una plataforma múltiple. Un partido de futbol o un noticiero lo mismo se pude ver por televisión, computadora, teléfono inteligente o por cualquier medio conectado a la red.
En esta convergencia y lucha por el espectador, la semana pasada se realizaron dos anuncios, uno por parte de Televisa, de Emilio Azcárraga, relacionado con Univision, para generar contenidos, unido a su mayor integración accionaria, y el otro, de América Móvil (AMX) de Carlos Slim, para lanzar un canal de televisión con contenidos mexicanos para el mercado de Estados Unidos.
En la práctica, tanto Televisa como AMX tienen una presencia internacional creciente en materia de telecomunicaciones, principalmente en Estados Unidos y América Latina; pero mientras Azcárraga se ha concentrado en la televisión, principalmente en la de paga, Slim se ha diversificado e incluye telefonía, Internet de las cosas y creación y difusión de contenidos televisivos, entre otros servicios.
El anuncio de Televisa y Univisión sin duda implica una mayor integración y eficiencia, pero no va más allá en materia de telecomunicaciones (esta empresa, por ejemplo, no ofrece servicios de telefonía celular). En cambio, el anuncio de AMX implica su entrada de lleno en un mercado que comienza a dominar en América Latina y Estados Unidos y que lo prepara para su próxima participación en el mercado de televisión en México, cosa que no han hecho por los fuertes compromisos que tiene el gobierno con Televisa, a la que tarde o temprano la Comisión Federal de Telecomunicaciones declarará con poder dominante en televisión de paga, al concentrar más de 60 por ciento del mercado, y la manera más eficiente de quitarle ese poder es permitirle participar a AMX, lo que se traducirá en una baja de precio en el servicio.
Por lo pronto, la competencia entre ambas compañías se trasladó a Estados Unidos y en un mercado que no controla el gobierno mexicano ni puede apoyar con recursos financieros, Televisa perderá ese poder sustancial que le permitía ser el amo y señor de los contenidos audiovisuales en México.