Héctor Bialostozky (Ciudad de México, 1970) estudió artes plásticas en Nueva York e historia contemporánea en La Habana, y encontró en el performance una manera de sintetizar todos sus campos de conocimiento; para él, fue un recurso expresivo e instrumento estratégico de transformación.

“Siempre he tenido una naturaleza multidisciplinaria, así que el arte contemporáneo me permitió explorar muchas áreas sin prejuicios.

“De alguna manera empecé con las artes plásticas tradicionales como la pintura y la escultura, y poco a poco me abrí a los nuevos lenguajes del arte, la instalación y el performance”, explica en entrevista Bialostozky, quien a partir de hoy impartirá el taller de performance: Del objeto muerto a la experiencia viva, en La Nana, Fábrica de Creación e Innovación.

El artista abandonó la pintura porque no le interesaba mucho el mercado del arte y empezó a explorar en el arte escénico, como la danza y el teatro, hasta llegar a la instalación.

“El performance sintetiza todos estos campos de conocimiento en uno. Es muy claro que es una fusión de mi búsqueda dentro de las artes: teatro, danza, artes visuales, así como dentro de las ciencias sociales, de manera muy clara la política y la antropología.”

De acuerdo con Bialostozky, existe una afirmación generalizada entre antropólogos y teóricos teatrales de que en cada cultura hay cierto tipo de actividades separadas de la vida cotidiana por espacio, tiempo y actitud, que pueden ser descritas como performances. Estas actividades ocurren en un espacio delimitado, tienen un principio y un fin, y requieren una presencia de cuerpos, entre otras características.

El taller es una especie de experiencia transformadora que va más allá de un acto simbólico o imaginativo. En palabras del artista, es una manera de analizarnos a nosotros mismos y nuestro entorno, y de practicar el arte del pensamiento crítico y de materializar acciones a partir de dicho proceso.

Con este taller, Héctor Bialostozky pretende que el participante transforme su vida cotidiana en una experiencia creativa y que se conciba a sí mismo, a su vida y a su sociedad, como una escultura que puede ser modificada.

El yo, el contexto, el otro y el universo

El participante realizará un trabajo de introspección; para ello, el taller se divide en cuatro módulos: el primero aborda el tema del yo, lo sicológico, donde se analiza la personalidad y los patrones a partir de ejercicios y cuestionarios.

En el segundo módulo se pasa al contexto, lo político, lo in situ; aquí se hace un análisis del contexto en el que se encuentran para seguir con el tercer tema que es el otro, lo científico, la investigación externa. Aquí usamos un poco a la Ciudad de México como lienzo para hacer una investigación, con una metodología. El cuarto módulo o tema es el universo, lo metafísico, la transformación.

Para Bialostozky es importante que las personas analicen de manera profunda qué sucede en su entorno mediante un ejercicio de pensamiento crítico, con lo que generará una pieza efímera, en la cual los participantes cuestionan y transforman el contexto.

El propósito del taller es que el participante desarrolle un lenguaje artístico propio y profundo que sustente su quehacer profesional en reacción a los discursos vacíos que predominan en las artes, los medios y la publicidad.

Del objeto muerto a la experiencia viva se realizará del 23 de enero al 22 de febrero, los lunes, miércoles y viernes de 10 a 13 horas, en La Nana, Fábrica de Creación e Innovación (segundo callejón San Juan de Dios 25, colonia Guerrero).