Durante 2016, el Instituto Nacional de Migración (INM) registró el ingreso de casi 20 mil africanos, haitianos y cubanos por la frontera sur mexicana, flujo extraordinario y sin precedentes.

El fenómeno tiene origen en la apertura y posterior cancelación de fuentes de empleo en Brasil, así como la operación de grupos de traficantes de personas, advirtió el organismo, integrante de la Secretaría de Gobernación.

El incremento extraordinario de indocumentados presuntamente africanos, quienes se presentaron voluntariamente en la estación migratoria Siglo XXI de Tapachula, Chiapas, en 2016, y que alcanzó la cifra de 19 mil 328, se explica esencialmente por el agotamiento de las fuentes de empleo en Brasil, así como por la intervención de redes de traficantes de personas, situación que derivó en la salida masiva de haitianos que se habían trasladado a ese país sudafricano después del terremoto de 2010, así como de problemáticas distintas en naciones asiáticas y africanas, que propician también los flujos hacia Brasil, señaló ayer el INM.

En 2015, de 198 mil 141 extranjeros presentados, 9 mil 623 eran cubanos, 77 haitianos y 2 mil 78 africanos. Aun cuando ya se registraba una recepción atípica de cubanos, los números del año pasado sobrepasaron las expectativas de las instancias gubernamentales y de la sociedad civil.

A los africanos, haitianos y cubanos el gobierno mexicano ha dado visas humanitarias u oficios de salida para que continúen su tránsito por México. La mayoría busca llegar a Estados Unidos.

Tras la cancelación de las medidas de facilitación de ingreso y residencia de haitianos y cubanos a territorio estadunidense, Gobernación no ha informado aún del impacto de esta situación para México.

A nivel general, el INM registró el año pasado 192 mil 566 migrantes extranjeros en situación administrativa irregular (aunque en la estadística de la Unidad de Política Migratoria de Gobernación se hace referencia a 198 mil 141 presentados). De los 192 mil 566 en referencia, devolvió a sus países a 97 por ciento, esto es, 187 mil 259 personas.

De esa cantidad, 38 mil 797 eran menores que fueron rescatados en territorio nacional, de los cuales 17 mil 893 hacían el periplo solos, sin la compañía de un familiar.

Los menores fueron atendidos por los sistemas DIF, y sólo en casos de excepción fueron alojados en las estaciones migratorias, informó el instituto.

En cuanto a los migrantes mexicanos, atendió a 219 mil 596 connacionales deportados de Estados Unidos.

Dio de baja el instituto a 558 servidores públicos

A nivel interno, el INM dio de baja el año pasado a 558 servidores públicos que no acreditaron los exámenes de control de confianza. El organismo reporta un avance de 89 por ciento en la evaluación de su plantilla laboral en activo.

En cuanto a protección al migrante, los Grupos Beta apoyaron a 203 mil 939 nacionales y extranjeros, localizaron a 33 personas extraviadas, dieron asistencia social a 145 mil 282 y rescataron de situaciones de riesgo a 4 mil 990 personas.

Los oficiales de protección a la infancia atendieron a 13 mil 743 niñas, niños y adolescentes migrantes mexicanos y participaron en el retorno asistido de 37 mil 989 extranjeros.

En materia de derechos humanos, el año pasado el instituto recibió 546 quejas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de las cuales 302 se dieron por concluidas al no encontrarse violación alguna a los derechos humanos, mientras 244 se encuentran aún por determinar, precisó.