La comunidad rarámuri de Baqueachi, en el estado de Chihuahua, consiguió ayer que le fueran restituidas parte de sus tierras que estaban bajo control de un particular de forma irregular, en lo que fue calificado por los beneficiarios de esta medida como una decisión histórica.

En un comunicado, la Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todas y Todos explicó que el ganadero Luis Armando Olivas Muñoz había ocupado de manera ilegal las tierras ejidales de Baqueachi, municipio de Carichí, lo cual fue impugnado por los indígenas.

Finalmente, el Tribunal Unitario Agrario del Distrito número cinco emitió el 30 de octubre de 2015 una resolución en favor de la comunidad, que apenas ayer se cumplimentó mediante la fuerza pública. El fallo ordena a Olivas que desaloje las tierras invadidas y saque al ganado que se encuentre ahí.

Habitantes de la población indígena subrayaron que esta sentencia favorable se logró "pese a no contar con los suficientes recursos económicos, así como a las continuas amenazas y agravios de los invasores", e incluso del asesinato del activista Ernesto Rábago Martínez.

De igual manera, destacaron que esta resolución judicial fue posible gracias a la incansable labor de la defensora Estela Ángeles Mondragón, quien en múltiples ocasiones ha sido amenazada por su asesoría al pueblo de Baqueachi, lo que ha significado ganar 32 sentencias que restituyen los derechos de este pueblo.