Hasta el tercer trimestre de 2016 el número de reclamaciones en el sistema financiero en México alcanzó 5.5 millones, aumento de 39 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior, cuando se acumularon 4 millones de inconformidades, informó la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

En conferencia de prensa, Mario Di Constanzo, presidente de la Condusef, precisó que los bancos concentraron 99 por ciento de las reclamaciones de los usuarios.

Detalló que las reclamaciones por los robos cibernéticos (comercio por Internet, operaciones por Internet, banca móvil y pagos por celular) aumentaron 148 por ciento, al pasar de 505 mil 141 a un millón 253 mil 371, con ganancia para los ciberdelincuentes de 5 mil millones de pesos tan sólo en el periodo enero- septiembre del año pasado.

El presidente de la Condusef detalló que en el caso de los fraudes tradicionales en el periodo enero-septiembre, la cifra alcanza 2.6 millones de reclamaciones, por ejemplo, en terminal punto de venta, donde se concentró la mayoría de los delitos, superando 2 millones.

Explicó que se está observando una migración del llamado robo de identidad tradicional al fraude o robo cibernético. “Por ejemplo, no necesariamente cibernéticamente hablando, el que te despojen de tu NIP (password) o te engañen para quitártelo o te hagan un phishing (modelo de abuso informático y que se comete mediante el uso de un tipo de ingeniería) no te están robando la identidad, te están robando un dato que puede ser la llave para hacer o comprar o para adquirir productos financieros como contratar un crédito o disponer de tus recursos en un cajero automático o clonarte la tarjeta de crédito”.

Di Constanzo Armenta precisó que esto, sin ser efectiva, literal o jurídicamente un robo de identidad, es un fraude cibernético, porque están haciendo operaciones a nombre de la persona defraudada. El aumento en este delito, dijo, es porque “se está presentando una modificación o mutación del delito tradicional como lo conocíamos en su manera de falsificar una identificación de identidad oficial o alterar un documento o un estado de cuenta o lavar un cheque.

“Por ejemplo que en un cajero automático te hacen un tallado, es decir, que te cambien la tarjeta de débito y te copien tu NIP y se van con la tarjeta de débito y con el NIP, no solamente van a vaciar la cuenta o hacer compras, sino van y contratar un crédito a través del cajero y lo dan de alta en banca móvil y además dan de alta el teléfono del delincuente, y toda esta serie de mutaciones son fraudes cibernéticos.

De acuerdo con los datos de la Condusef, el monto de los fraudes cibernéticos ascendió a 9 mil 550 millones de pesos y lo que recuperaron los inconformes fueron 4 mil 630 millones, por lo que la ganancia de los ciberdelincuentes fue de unos 4 mil 920 millones de pesos.